Zaragoza niega hacer la vista gorda con la Clínica de Gran Alacant a cambio de emplear a afines al PP

ELCHE. La Sección Undécima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha acogido esta mañana la primera sesión del juicio del caso de la "Clínica de Gran Alacant", en la que se investiga si se cometieron supuestas irregularidades en la concesión de un servicio de clínica privada en una dependencia pública de la zona de Gran Alacant a cambio de favores y contrataciones a personas vinculadas con el equipo de gobierno popular encabezado entonces por el popular Miguel Zaragoza. Junto al exalcalde se han sentado en el banquillo de los acusados su hermana, Pilar Zaragoza, y el cuñado entonces del primero y exconcejal, Jorge Perelló. La exconcejala y exdiputada Loreto Cascales, junto a Manuel Rodríguez Bernal y Fernando Gómez Soler; el ex concejal de Deportes Francisco Martín y Antonio Jesús Martínez, completan la lista de acusados. Éstos dos últimos, militantes del PP, habían sido contratados en la clínica.

La primera sesión del juicio se ha prolongado durante casi cinco horas. El exalcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, ha sido el primero en declarar. Un testimonio extenso que s era prolongado durante casi dos horas, el mismo tiempo que se le ha dedicado a las cuestiones previas planteadas por los letrados de la defensa. Zaragoza ha negado cualquier participación en la redacción de las cláusulas del contrato por el que se le concedió a la Clínica de Gran Alacant el uso de unas dependencias municipales por las que la mercantil debería haber pagado un canon anual de 10.900 euros que nunca abonó y nadie reclamó durante diez años. La Fiscalía Anticorrupción sostiene que desde el equipo de gobierno de Santa Pola se consintieron todas estas irregularidades a cambio de que la clínica contratara a personas afines al partido popular, incluida la hermana del alcalde, Pilar Zaragoza. A todos los acusados se les acusa de supuesta prevaricación, cohecho y negociaciones prohibidas.

Zaragoza ha negado que durante todo el periodo en el que fue alcalde, de 2003 a 2025, haya mantenido alguna reunión con los gestores de la clínica para señalarles a quién tenían que contratar. El pliego adjudicado a la empresa incluía que la Clínica de Gran Alacant debía hacer el seguimiento de las Incapacidades Temporales del personal municipal, además del pago del canon por el uso de las instalaciones municipales y de la contratación de una persona para el consultorio auxiliar de Gran Alacant, ubicado en el mismo edificio. Esa plaza es la que, presuntamente, habrían ocupado cargos afines al PP durante los años en los que se desarrolla la investigación, y que se inició tras llegar al gobierno municipal la alcaldesa socialista Yolanda Seva, que fue la que presentó la denuncia al detectar estas presuntas irregularidades. 

En cuanto a las relaciones de las personas contratadas con el partido popular de Santa Pola, Zaragoza ha señalado que "en aquella época, el PP tenía el 63% de los votos. De cada 10 personas, 6,3 votaban al PP. La casuística para que una persona que trabajara en una farmacia, en un barco, un albañil sea simpatizante del PP era muy alta", ha tratado de justificar Zaragoza. Sin embargo, el fiscal Anticorrupción le ha recordado que estos trabajadores contratados por la Clínica Gran Alacant no eran cualquier ciudadano de Santa Pola que pudiera ser simpatizante. Eran Francisco Martín, que fichó como concejal en 2011, Antonio Jesús Martínez, quien lo sustituyó hasta que fichó como asesor del Ayuntamiento y su hermana, quien sustituyó a este último. 

No se habla con su hermana

Sin embargo, Zaragoza ha negado que la orden de efectuar esas contrataciones la diera él mismo ni siquiera alguien de su entorno. "Dudo que nadie que haya trabajado conmigo todos estos años tenga ese perfil y sea capaz de hacer esto", ha dicho ante el tribunal. Además, en el caso de su hermana, ha señalado que se enteró de que Pilar Zaragoza trabajaba en el Consultorio "cuando ya había sido contratada. Me llegó por varias vías, una de ellas mi mujer", que trabaja en ese mismo consultorio como personal estatutario de la Conselleria. "Y muchos se preguntarán cómo puede ser que no supiera que mi hermana trabajaba allí. Me duele decirlo públicamente pero es así. Hacía años que no mantenía relación con mi hermana. Es lamentable que en una familia en la que somos 11 hermanos, dos de ellos no se hablen. Hago memoria y ni siquiera sé las razones. Es triste pero es así", ha señalado. Una mala relación que se remonta a 2007, ha matizado. 

De esta forma ha justificado también que no supiese que Pilar Zaragoza dejó de acudir a su puesto de trabajo durante un año, sin que pidiera la baja. "Cuando me enteré de que no estaba bien llamé a Jorge Perelló (concejal de Contratación de entonces y marido de Pilar Zaragoza, por tanto cuñado del alcalde). Perelló me dijo que Pilar le había prohibido que le dijera qué le pasaba. si estaba enferma o no". Una confesión que ha provocado que Pilar Zaragoza estallase en lágrimas durante la declaración de su hermano, lo que le ha provocado que se interrumpiera el testimonio del exalcalde durante un minuto y que el tribunal le llamase la atención para mantener las formas. 

Zaragoza también ha defendido la inocencia de su compañera de gobierno y concejala de Gran Alacant, Loreto Cascales, de la que ha señalado que su trabajo era escuchar las necesidades de los vecinos y vecinas de Gran Alacant y trasladaras al resto de la Corporación para realizar las actuaciones, ya que ella no tenía competencias directas ni presupuesto propio en su concejalía. 

Así lo ha manifestado la propia Cascales ante el tribunal en su declaración. La exconcejal ha señalado que no tenía competencias en materia de Contratación ni personal, ni manejaba ni un solo euro del presupuesto municipal. Ha explicado que su concejalía era "atípica", pues su única función era de escucha vecinal para trasladar esas necesidades al resto de concejales de la Corporación para que las encajaran en sus respectivos presupuestos y acciones de gobierno. "Si por ejemplo me trasladaban que hacía falta un polideportivo, yo se lo decía al concejal de Deportes y él lo incluía en sus presupuestos y hacía las gestiones", ha señalado. 

En cuanto a la gestión del contrato con la Clínica de Gran Alacant, ha señalado que no participó ni en la redacción de los pliegos del contrato de concesión ni en cuestiones posteriores como la modificación del contrato para recuperar espacio para el uso de dependencias municipales. "Tan solo participé en una reunión en la que se me pidió por parte de mis compañeros de Corporación que detallara los metros cuadrados necesarios para los servicios municipales que se iban a instalar en el mismo edificio y cómo se iban a distribuir, pero jamás encargué ni firmé ningún informe, solo hice un asesoramiento puntual", ha detallado. 

Cuestiones previas, rechazadas

Antes de dar inicio a esta primera sesión del juicio, los letrados de las defensas han plantead diversas cuestiones previas, que pasaban desde la suspensión de la sesión para ganar tiempo para estudiar el caso, ya que uno de los acusados cambió de abogada hace unas semanas, a la petición de la prescripción del caso. El tribunal también ha rechazado que los acusados declaren en último lugar, tras la declaración de testigos y de que se presenten todas las pruebas pertinentes por parte de la acusación.