ALICANTE. Martín Pomares Pallá salió de la junta última junta directiva del Colegio de Aparejadores de Alicante (COAATIE) que presidió Gregorio Alemany junto con María Elena Belda, para plantear su propia candidatura junto a otros tres colegiados sin experiencia en la dirección del colegio: Ana Isabel Ferrández, Jaime Ayela y Francisco José Navarro. Vencieron de forma incontestable por 232 votos frente a 78. Y llevan dos semanas al frente de una institución que quieren modernizar y convertir en más útil para los colegiados, primero, y para la sociedad en general, después.
Entre las nuevas formas de gestionar el COAATIE hay una que destaca poderosamente. El voluntario alejamiento de un modelo presidencialista. Tanto es así, que cuando Alicante Plaza solicitó una entrevista con el nuevo presidente, Martín Pomares, obtuvo en realidad una conversación coral con los cinco miembros de su directiva. Con ellos analizamos el estado del sector de la vivienda en la provincia, la marcha del colegio, la actualidad política que les afecta y el estado de los últimos proyectos que se habían puesto en marcha, precisamente con Alemany como presidente.
Lo primero es lo primero. El Colegio de Aparejadores es, en tanto que organismo encargado de tramitar los visados para empezar una nueva obra, el mejor termómetro del estado de salud de la vivienda. Los datos del primer semestre del año están a punto de publicarse, probablemente esta próxima semana, pero de momento la directiva del COAATIE avanza que es un buen año. "Estamos algo por encima del año pasado, que ya fue bueno. Si se mantiene la tendencia, acabaremos 2017 con las mismas obras iniciadas que en 2016, o alguna más". El año pasado se iniciaron 4.830 viviendas, un 19% más que en 2015.
¿Ha afectado el Brexit? "Afectó cuando se conoció el resultado del referéndum. Los meses siguientes cayó la venta de vivienda a británicos por la incertidumbre generada; el dinero es miedoso y en cuanto la política genera una duda, se esconde". Pero la tendencia se ha revertido, o eso parecen indicar los datos. "Ahora mismo las ventas a británicos están un 9% por debajo del año pasado a estas alturas, pero si se mantiene la tendencia creciente que venimos observando, a finales de año se habrá igualado el dato". El incremento de la carga de trabajo asociada a la recuperación del sector que constatan los aparejadores los ha llevado a reforzar la oficina de Dénia hace pocos días, con más horas de apertura y, obviamente, personal de refuerzo.
Y al margen de la segunda vivienda, que tira del mercado en la provincia, ¿se está volviendo a contruir primera residencia? Sorprendente respuesta. "Sí, lo más llamativo es que ya se está volviendo a contruir primera residencia, en Elche y en Alicante sobre todo. La segunda residencia es protagonista en la Vega Baja, sobre todo, que es donde más promociones se inician, y en las Marinas. Pero en Alicante y Elche ha comenzado a construirse primera residencia". ¿Significa esto que se ha terminado el stock que heredamos del estallido de la burbuja? "Sigue quedando stock, pero es un stock residual. La vivienda de calidad ya se ha vendido y lo que queda va a ser muy difícil de vender. En Dinamarca solucionaron el problema metiendo la pala y derribando ese stock invendible, a ver qué deciden nuestros políticos aquí".
El COAATIE se abstiene de posicionarse sobre el Pativel, al ser un asunto que han estudiado poco y que aún no tienen claro cómo les afectará. Pero no dudan en calificar de "demasiado proteccionista" el catálogo de protecciones de Alicante que sentará las bases del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Un exceso de protección, a su juicio, que puede resultar "contraproducente" al limitar la inversión en edificios antiguos para recuperarlos, tal como publicó Alicante Plaza el pasado miércoles.
En cuanto a los proyectos pendientes, hay de todo. Algunas de las ideas de Gregorio Alemany no han encontrado eco en la nueva directiva, que las ve con ojos extraños. Otras, que siguen adelante, no están funcionando como se esperaba, o al menos no todavía. Es el caso del centro de mediación en edificación para evitar pleitos. "Tenemos poca cultura de la mediación, la gente está acostumbrada a ir a pleito. Y como en realidad siempre puedes alcanzar un acuerdo previo antes de la vista, no lo ven como algo alternativo". También tiene algo que ver el hecho de que, incluso con un acuerdo entre las partes en el proceso de mediación, siempre se puede terminar denunciando. "No ofrece garantías de que no acabes en la vía judicial, por lo que mucha gente le ve poco práctico". La puerta del centro de mediación, que se presentó hace unos meses en Firamaco, se abre a dos despachos de distancia de la sala de reuniones de la junta.
Otro proyecto estancado es el del futuro del edificio del COAATIE en la calle Altamira. En su momento se habló de convertirlo en un edificio de apartamentos turísticos. Pero no hay nada definido. "No es ni un proyecto, es una idea que alguien tuvo en su momento, pero no hay nada definido". De todas formas, el colegio sigue buscándole salida. "A ver, sí que ha habido cuatro o cinco contactos con interesados, pero no han llegado a nada, seguimos pensando en fórmulas, que pueden ir desde la venta completa, al alquiler conservando el bajo. Sea lo que sea, lo decidirá la asamblea del Colegio, no nosotros", subrayan Pomares y Belda.
Mientras, la nueva junta directiva sigue buscando la manera de hacer más participativo el COAATIE, que los colegiados lo sientan como algo propio y que la gente de la calle lo vea como una institución del siglo XXI. De momento, se apuesta por la digitalización de los trámites, con la aspiración de que en algún momento del futuro próximo conseguir un visado sea "algo casi inmediato".