ALICANTE. Noches como la de este miércoles en el Rico Pérez, me recuerdan a otros tiempos.
El escudo del Hércules en el plató de Bein Sports, varias antenas parabólicas en el Rico Pérez apuntando a varios satélites que llevaban la señal del Hércules-Barça a los 5 continentes (desde ahora muchos miles de personas saben que existe Alicante), nuestro estadio con una más que aceptable entrada a pesar de todo, ... y sobre todo un más que dignísimo resultado (prácticamente una gesta) con el que nos marchamos a casa sabiendo que la eliminatoria está complicadísima pero no sentenciada.
Hoy he recordado aquel 0-0 en 1995, también en un partido de ida de Copa del Rey contra el Barça, con el Hércules líder de Segunda A y Manolo Jiménez de entrenador, pero también un 1-0 en el 85, esta vez en liga, y con Dante Sanabria vistiendo la camiseta blanquiazul. Dos gestas herculanas contra el gigante blaugrana, sin duda eclipsadas por las victorias ligueras en el Camp Nou, por 2-3 del 97 y por 0-2 de 2010.
Ahora bien, el escenario actual es bien diferente a cualquiera de los anteriores, ahora estamos en Segunda B, la situación deportiva es complicada y la institucional es muy crítica, y creo que no estoy descubriendo nada nuevo. Pero está claro que por una noche la calabaza se convirtió en carroza. Debo confesar que me he emocionado de ver a muchos niños herculanos que por su corta edad sólo conocen el Hércules de Segunda B, el de la mediocridad y las penurias, marchándose a casa a la finalización del partido, con una mezcla de alegría e incredulidad, viendo cómo el equipo que llevan en su bufanda, que también lleva su padre al cuello, no ha salido derrotado contra el Barça, el equipo de la mayoría de sus compañeros de clase y que tiene peñas hasta en la Antártida.
Pero atención, el domingo la carroza volverá a ser calabaza cuando empiece el partido contra el Atlético Baleares. Y el equipo deberá demostrar que es capaz de jugar como hoy, que tiene más calidad que lo que demuestran el juego y los resultados de los últimos partidos. El objetivo no puede ser otro que enderezar de una vez el rumbo, que podamos pasar página y recuperar la confianza y la comunión con la grada. No olvidemos que el margen de maniobra es corto si queremos acabar la temporada como primeros, con muchas más posibilidades de éxito. De lo contrario, volverá la inquietud y la tensión a todos los niveles.
Un fuerte abrazo a todos y Macho Hércules!!!