Ximo Puig vuelve a alertar de la amenaza que suponen los viejos 'fantasmas' (sin mencionar a Vox)  

ALICANTE (M.G./E.P). Desde que se celebraran las elecciones de Andalucía, y se produjera la irrupción del partido Vox, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no ha parado de lanzar mensajes de lo que, a su juicio, supondría que la formación ultranacionalisa irrumpiera en la Comunitat Valenciana y, que además, tuviera influencia en la configuración de futuros gobiernos locales. Lo hizo en el acto de la Día de la Constitución; lo repitió en el mensaje institucional de final de año, retransmitido por televisión, y este viernes ha vuelto a incluir referencias a los viejos fantasmas que en su opinión se podrían destapar con una hipotética irrupción Vox. Ahora bien, siempre sin citarlos.

Puig ha dejado claro que la respuesta a la "fractura social" provocada por la crisis "no puede ser la que nace del odio y del rencor" y ha alertado a Europa de la "encrucijada" que se le presenta ante "los viejos fantasmas del pasado que vuelven a aterrizar", en clara referencia partido liderado por Santiago Abascal.

 Ante la llegada de la extrema derecha a las instituciones andaluzas, Puig ha defendido que "las convicciones democráticas tienen que cimentarse", porque "no hay una alternativa mejor a la democracia".

El jefe del Consell ha llamado a "desmontar el discurso de quienes agravan las desigualdades sociales" y ha precisado a preguntas de los medios que "por eso aquellos que prometen el desmontaje de la democracia tienen que recibir una respuesta muy clara por parte de todos". "Todo lo que sea retroceder en los valores de la ilustración y de los valores democráticos es retroceder en la igualdad de oportunidades y no va  a haber un futuro mejor sin igualdad y sin libertad", ha aseverado.

Para el jefe del Consell, Europa está ante una "encrucijada" y ha remarcado que el viejo continente es "la referencia de los mejores principios que han hecho avanzar a la humanidad y, por tanto, en estos momentos está también confundida". "Los viejos fantasmas del pasado parece que vuelven a aterrizar; fantasmas que tienen que ver con la xenofobia, con el racismo, la lucha contra la diversidad, hay que luchar contra los totalitarismos y los fanatismos y eso es Europa, que tiene que mejorar mucho".

Ante esta situación, Puig ha señalado que "la fractura social que ha provocado la crisis ha generado mucha desigualdad, pero la respuesta a la desigualdad no puede ser una respuesta xenófoba, de miedo al extranjero, de intentar generar esa confrontación que desgraciadamente fue en el siglo pasado tan terrible para los europeos".

Y ha zanjado que "ahora que en España también ha amanecido una extrema derecha en las instituciones tenemos que hacer lo mismo que en otros países de Europa; la respuesta no puede ser la que nace del odio y del rencor".