IBI (EFE). Una de la fiestas más singulares del invierno, "els enfarinats" ("los enharinados") de Ibi, se ha retomado este martes después de un año de obligada ausencia por el virus y lo ha hecho con menos público y en un nuevo emplazamiento para garantizar las condiciones de seguridad en el contexto de la pandemia sanitaria.
Alrededor de un centenar de personas ha acudido al Parc de les Horts para asistir a la tradicional cada 28 de diciembre "batalla" a golpe de huevos, harina y petardos por la llegada al poder por un día de 'els enfarinats'.
Declaradas de Interés Turístico Autonómico (2009), esta fiesta es una de las más antiguas de la Comunitat Valenciana ya que se celebra al menos desde 1797, y está protagonizada por unos peculiares insurgentes con atuendos estrafalarios y con el rostro completamente embadurnado de harina, que someten bajo su "mandato" a esta villa durante la festividad de los Santos Inocentes.
'Els enfarinats' ejercen un ficticio poder civil con cargos de alcalde, juez, alguacil, fiscal, secretario, concejal de Hacienda y cajero, entre otros.
En declaraciones a EFE TV, el alcalde por unas horas 'enfarinat' ha explicado que, por unas horas, ha decretado "cambiar la normativa vigente y convertirnos en una dictadura" en la que se "prohíbe entrevistarme" y se permite recaudar "para hacer caja y pagar las nóminas de los concejales,