BENIDORM. La todavía concesionaria de la estación de autobuses de Benidorm ha empezado a tabicar de nuevo todas las paredes de la zona comercial. Unas actuaciones que han repetido en los últimos años debido al vandalismo y la necesidad de algunas personas de abrirlo para entrar, ya que han usado estos locales abandonados como un hogar. Así, la empresa de Enrique Ortiz ha empezado a trabajar en el interior de las instalaciones después de que el pleno aprobara los cambios en el convenio y acordaran entre las dos partes que iniciaran las obras de remodelación cuanto antes.
Según ha confirmado a este diario la concejal de Urbanismo y portavoz del equipo de gobierno, Lourdes Caselles, esta era una de las actuaciones previstas para la reparación de las instalaciones. Se espera entonces que en los próximos días sigan con el proyecto que acordaron y que se valoró en 287.141,07 euros. El documento ha estado en proceso de revisión en los últimos días, entre otros asuntos, por el cambio de precios.
Como se decía, la estación de autobuses ha mostrado en la última década un estado de deterioro que ha obligado en varias ocasiones a reparar las paredes de la zona comercial. Había semanas que se pasaban con los ascensores rotos... Pero la salida de los dos establecimientos más reconocidos, Lefties y Mercadona, ha acelerado el ritmo de degeneración del mismo.
Por ahora, la estación está a la espera de que el Ayuntamiento licite el nuevo contrato para buscar otro gestor y dar cumplimiento así a la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en 2007, y ratificada por el Supremo en 2012.
El Consistorio llegó a un acuerdo para resolver el contrato y liquidar la estación de autobuses por un importe máximo de 24,5 millones de euros, cuantía que defienden desde el Consistorio que no comportará desembolso alguno al Ayuntamiento ya que se cubriría en el precio de la nueva licitación. Con ello, el actual concesionario tendrá que abandonar la estación y las zonas de uso comercial y hotelero.