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el salón azúl / OPINIÓN

Vox ha dejado de ser útil

15/08/2023 - 

Carlos Mazón va a gobernar con mayoría absoluta. Ya escribí hace algunas semanas que desde el principio Vox no iba a suponer ninguna traba para el Partido Popular. Ahora con la crisis interna de los verdes esa teoría se refuerza. Si con estructura orgánica en buen estado a los cargos de Abascal les interesaba por encima de todo ostentar una responsabilidad pública, con su barco haciendo aguas van a intentar agarrarse al bote salvavidas que cogieron en la marea de formaciones de gobiernos. No van a ser más que una extensión del Partido Popular como lo fue Ciudadanos en su día en la mayoría de los ejecutivos en los que gobernó. Da la sensación de que lo único que buscaban era pisar moquetas; suelos muñidos que ahora tienen menos posibilidades por los que transitar si sus figuras tienen la misma suerte que parece que va a correr su formación.

No hay nada que hacer, la maquinaria ya está encendida. Ya va siendo hora de que los inocentes crédulos despierten de la fantasía: España no es una democracia sino una partitocracia. Un régimen fundamentado en Partido Popular y PSOE en el que no hay espacio para ningún partido fuerte distinto a ellos. Hemos evolucionado a una especie de bipartidismo imperfecto apoyado en los nacionalismos periféricos por parte de la izquierda y en una formación de fanáticos en la derecha. Los partidos regionalistas, al ser percibidos por sus electores como una apuesta útil para conseguir sus demandas, convivirán con el resto de las formaciones y continuarán siendo claves para que el progresismo forme gobierno. Sin embargo, Vox refleja cada día señales evidentes de su atrofiamiento. Inutilidad que va a incentivar que se precipite al acantilado del ostracismo demoscópico; Ciudadanos desapareció cuando los votantes dejaron de percibirlo como unas siglas capaces de transformar la sociedad. Factor agravado en los de Abascal teniendo en cuenta de que en ocasiones abogan por retroceder en el tiempo; otro de los grandes problemas que ha estimulado la transferencia de votos de Vox al PP tiene que ver con que la dirección de los testosterónicos tienen una visión deformada de la realidad.

Que luego ese posible retroceso que tanto movilizó a la izquierda el 23-J no va a ser tal. Les propongo hacer el ejercicio de revisar dentro de seis meses las políticas del gobierno de la Generalitat Valenciana de Carlos Mazón y ya verán como apenas van a percatarse de las trazas de los derechistas; van a enarbolar la estrategia de que todo cambie para que todo siga igual. No vamos a remasterizar la película de Regreso al futuro, ya se lo digo yo. El sistema se encarga de civilizar a todo rebelde adormeciendo cualquier impulso de cambio. En el caso de los de Vox se les pasa la tontería dándoles una palmadita en la espalda y un cargo. Iban a asaltar el cielo a lomos de un caballo, pero en la primera embestida ya se han caído de la silla. No entendí el ofrecimiento de Abascal de darle los 33 escaños a Alberto Núñez Feijóo a cambio de nada; tengo la impresión de que los gerifaltes del PP han hablado con los Voxeros para que se hagan el harakiri y se bajen los pantalones.

Mientras Ciudadanos se resistió a ser absorbido por el Partido Popular, Vox creo que está en proceso de inmolación atrapado en la cárcel de cristal de la estructura del PP. Los proyectos se desvanecen cuando los abandonan los idealistas, y esa falta de rumbo llevará a su extinción. Plan que para muchos pasaba por ocupar un cargo de responsabilidad. Me llamó mucho la atención los ademanes con los que se movían algunos candidatos de Vox en la noche electoral del 28-M; se veían ya ocupando vicealcaldías con el PP. Aquella luna de miel fue efímera y se convirtió en amarga en cuanto los ganadores de los comicios municipales les dejaron plantados en el altar y decidieron gobernar en solitario.  

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