ELCHE. Tal y como estaba previsto, el lunes se aprobaron los presupuestos municipales de 2019 para el semestre que queda en Elche, gracias a los votos a favor del bipartito, PSOE y Compromís, con los votos en contra de la oposición, Partido Popular, Ciudadanos y Vox, que hasta ahora aún no habían entrado en harina públicamente en la nueva legislatura. En sus explicaciones de voto, la portavoz de la formación de Santiago Abascal en Elche, Amparo Cerdá criticó que en las nuevas cuentas no se reflejan rebajas impositivas, cosa que defendieron en la campaña electoral, ni se eliminan subvenciones "a lobbies LGTBI", entre otras afirmaciones que pusieron de relieve la línea dura que previsiblemente van a llevar durante toda la legislatura.
En su explicación de voto, Cerdá incidió en que el presupuesto es un ajuste del bloqueado en 2018, y que no comulga con sus criterios, incidiendo en que las inversiones que plantean no se van a realizar en el semestre que queda, y que ascienden a un total de 39,6 millones. "Ya sabemos cómo se las gastan", apuntó la portavoz ilicitana de Vox, añadiendo y alineándose con el PP, en que el dinero que no se invierta irá a amortizar deuda con los bancos, como ha pasado hasta ahora debido al "bajo porcentaje de ejecución de inversiones", recordó. Además de manifestar su desacuerdo con la inexistente rebaja de tasas e impuestos y el gasto público en general, destacó que tampoco hay "replanteamiento de las ayudas que ustedes dan alegremente sin pensar en quien realmente lo necesita y lo merece. Estas subvenciones van destinadas a dar soporte a la ideología de género y a los lobbies LGTBI, a quienes tras años recibiendo ayudas no han aportado nada a nuestro país". Una crítica que manifestó en el primer cuerpo a cuerpo del mandato y que augura choques en estas cuestiones.
Cerdá dijo del bipartito que no se preocupan por cuestiones mundanas de la ciudadanía como la limpieza o la inversión en barrios y pedanías, y aprovechó para dejar huella en su discurso antimigratorio, cuestionando si en los barrios y pedanías los vecinos "van a dejar de una vez por todas de sentirse extranjeros en su propia ciudad", hilando la cuestión con el servicio de bus o la falta de seguridad o infraestructuras. En otros aspectos ideológicos, también fueron duros como el discurso de Cs a nivel autonómico, señalando que la única prioridad del gobierno a su juicio es "priorizar el valenciano y catalanizar la vida de los ilicitanos", al contrario que solucionar problemas como el del Mercado Central o la pérdida de 200.000 euros destinados a Patrimonio. "Lo de obrero y español para otro día", culminó su intervención en referencia al PSOE.
Ante las críticas del partido, Compromís a través de su portavoz Esther Díez se limitó a defender que el presupuesto va encaminado hacia "la igualdad y la diversidad", y volvió a utilizar el argumento lanzado contra el PP al pedir la rebaja impositiva: en qué partidas quieren recortar para ellos. Respecto a la respuesta socialista, Patricia Macià dijo sentirse alegre de que Vox se encuentre lejos de su ideario: "cuanto más se aleje, más avanza esta ciudad". En cualquier caso, ambas evitaron entrar más profundamente en el debate. Cerdá aprovechó brevemente para echarle en cara a Macià arrogancia y que su partido "habla claro", a pesar de que aún tienen mucho que aprender, como confesó, ya que no hacen alarde de "esa caradura" con la que se refirió al PSOE.
No fue la única crítica de la oposición al bipartito dados los unánimes votos en contra, pero sí la más dura, que muestra la línea que lleva la formación de Abascal tanto a nivel nacional como autonómico. De hecho, en una moción sobre la conciliación laboral de la madre sobre el permiso de lactancia planteado por Compromís, la edil Aurora Rodil, también de Vox utilizó su argumentario ideológico, que ya advirtió sería "controvertido", para defender que la natalidad en España se ve perjudicada por el aborto. Así pues, después del mes que lleva Vox en el Ayuntamiento, en el pleno del lunes se vio por primera vez claramente —también en la investidura, pero más de pasada— el discurso ideológico más nítido que a buen seguro generará choques entre la formación ultra y el bipartito. Por su parte, el ´resto de la oposición volvió a criticar que las inversiones son venta de humo y que "muchas consignaciones pasarán al año siguiente", señaló Pablo Ruz.