VALÈNCIA (EP). La firma valenciana Voramar Fanplastic , acelerada en la sexta edición del 'Col·lab' de Las Naves, lanza al mercado su segunda colección, en la que, además de bolsos, incluye diversos complementos, como fundas para móviles, auriculares, botellas de agua, sombreros y recipientes para pastillas de jabón.
El uso medio de una bolsa de plástico se sitúa entre 10 y 15 minutos. Frente a ello, tarda 400 años en descomponerse y menos del 20% se recicla. Voramar Fanplastic trabaja para dar una nueva vida a este material, transformándolo en moda sostenible de diseño, según ha explicado el centro de innovación del Ayuntamiento en un comunicado.
Además de la solución medioambiental que aporta su propuesta, Voramar Fanplastic tiene un claro foco social: los bolsos y complementos son elaborados por comunidades de mujeres en riesgo de exclusión de barrios periféricos de la ciudad de València, fomentando el contacto social, generando red y luchando contra la soledad no deseada.
Este doble impacto ha sido lo que ha llamado el interés de empresas, que han abierto para Voramar el mercado de merchandising para eventos corporativos, así como el de la organización de talleres de concienciación del uso del plástico y sus posibilidades.
Las cofundadoras de la startup, Nadine Strzelczyk y Noelia Coll, han asegurado: "Vemos la sostenibilidad desde las personas. Si no creamos conciencia no podremos crear impacto, ya que al final somos las personas las que decidimos hacia donde vamos. En Voramar, transformamos un elemento de un sólo uso en un complemento para toda la vida y para futuras generaciones. De este modo, vamos más allá del reciclaje, proponiendo un modelo de economía circular que busca crear una ciudad más sostenible y compartida".
En esta línea, Voramar está investigando el uso de otros materiales que ahora se desechan y a los que se puede dar una segunda vida -como, por ejemplo, velas de barco-, para incluirlos en futuras colecciones.
También está integrando nuevas técnicas de trabajo con los materiales. Actualmente, el proceso de fabricación de bolsos y complementos de Voramar pasa, actualmente, por la recolección de bolsas de plástico en desuso, en supermercados, mercadillos o de particulares. Las bolsas se cortan y se obtiene un hilo continuo, que se trabaja de forma manual -con lo que se evita la emisión de carbono-, con la técnica del crochet, han explicado.
Entre las opciones que se están explorando, está la termofusión, que permite fundir el plástico y conseguir superficies planas con las que elaborar los complementos.
Las emprendedoras subrayan que, ser parte de las startups aceleradas en 'Col·lab' "nos hace abrir la mirada y mente a 360º y estar preparadas para todo lo que venga. Nuestros mentores nos aportan muchísimo día a día, pero, sobre todo, destacaríamos el compañerismo entre todas las startups y el poder aprender de ellas. Uno no se imagina todo lo que se puede aprender de iniciativas tan diferentes de la suya".