MADRID (EFE). Volkswagen no deja de sorprender con sus nuevas propuestas en los diferentes segmentos del mercado, como es el caso de su última berlina con diseño deportivo, para la que ha elegido un nombre poderoso: Arteon.
Volkswagen no deja de sorprender con sus nuevas propuestas en los diferentes segmentos del mercado, como es el caso de su última berlina con diseño deportivo, para la que ha elegido un nombre poderoso: Arteon.
Y en línea con su denominación no ha escatimado en cuanto a gama de motores se refiere. En gasolina la potencia con la que se puede adquirir este vehículo de 4,86 metros de largo está comprendida entre los 150 y los 280 CV.
En diésel no iba a ser menos la marca alemana y ha optado por propulsores que erogan entre 150 y 240 CV.
Las cajas de transmisión son manuales de 6 velocidades o automáticas de 7 relaciones, mientras que la tracción de serie es delantera, pero en las versiones más potentes se ofrece a las cuatro ruedas (4Motion).
La primera duda que hay que despejar es que no se trata de un Passat (4,77 metros de largo) con ligeros aderezos. El diseño del Arteon juega con la sobriedad y prestancia del primero, pero restándole seriedad y aportándole más dinamismo.
Podemos decir que al coche por excelencia de empresa le convierte en un vehículo más juvenil y con mayor empaque, lo que le permite competir con mayores atributos contra los deseados premium de sus compatriotas alemanas. Lo más parecido por concepto es el CC que Volkswagen lanzó en 2012.
Un morro más afilado, bajo y musculoso que el Passat ya da pistas de por donde va el diseño del Arteon.
En esa vista frontal el conductor se encuentra con unas amplias ópticas de led que quedan encastradas en una parrilla grande, coronada por entradas de aire que acentúan el carácter diferente de esta berlina.
La vista lateral también está muy conseguida gracias a una línea de techo que va bajando desde el pilar B para conferirle al vehículo una vista dinámica y unas puertas sin marcos para las cuatro ventanillas.
El conjunto lo redondea una trasera con un pequeño alerón sobre el portón y una doble salida de escape; y unas bonitas llantas de aleación de 19 pulgadas (opcionalmente pueden ser de 20).
La segunda duda a despejar es si se trata de una berlina más, en un segmento que no para de menguar en ventas, o, como es el caso, se trata de un vehículo con un motor potente con el que disfrutar en el paso rápido por curva.
El propulsor elegido en la unidad probada por Efe es el diésel 2.0 biturbo de 240 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 500 Nm entre 1.750-2.500 rpm.
Acelera de 0 a 100 km/h en en 6,5 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 245 km/h.
Estos registros en el día a día se traducen en una respuesta muy viva al acelerador y en una conducción dinámica de altura, especialmente en el modo Sport, en el que cambia el ruido del motor y llega amplificado al interior del vehículo como si de un gasolina se tratase.
Con este modo se puede ir muy rápido y de forma muy segura. La amortiguación lo filtra todo sin dejar de transmitir al conductor lo que sucede debajo de las ruedas gracias a una dirección muy viva.
Volkswagen Arteon, un rutero incansable
A pesar de sus 1.828 kilogramos en la báscula, los apoyos en curva los hace de una forma muy ágil y sin que los diferentes ejes juegen malas pasadas en las salidas de las curvas. En esto tiene un papel fundamental la tracción integral 4Motion que va asociada al diésel de 240 CV probado.
La sensación general en carreteras reviradas es de equilibrio y de precisión en las trazadas, lo que transmite seguridad y estabilidad al pasaje en general, además de al conductor.
Pero como no todo son curvas e ir rápido, hay que subrayar que el Arteon es un coche también muy cómodo en carreteras amplías y en ciudad (el radio de giro es de casi 12 metros, pero puede equipar sistema de cámaras perimetrales con las que ver hasta los obstáculos más escondidos).
El Arteon ofrece otros cuatro modos de conducción: Eco (la respuesta es más lenta porque el objetivo es la eficiencia en los consumos), Comfort, Normal (destaca por el equilibrio en todos los parámetros) e Indidual (permite al conductor jugar con diferentes ajustes).
En todos ellos transmite aplomo y facilidad de conducción. Aunque suene típico, es lo lógico en un coche en el que todo queda a mano y en el que parece que todo se ha visto antes (salvo el cuadro de relojes digital) y no hay excentricidades a bordo, por lo que lo apetece es ponerlo rápidamente en marcha -a través de botón- y sumar y sumar kilómetros.
Debido a que goza de buena insonorización, por una rodadura de marcha de nota, es un rutero incansable. A ello ayudan mucho los asientos delanteros ergo confort de la unidad probada, con caja automática DSG de siete relaciones y acabado Elegance (el más equipado, aunque la lista de opcionales es interminable).
Interior del Arteon
Otras características de las butacas delanteras son la amplitud y el agarre que ofrecen. Ni con el techo prácticable (es opcional) se resta altura para conductores y copilotos de más de 1,80 metros de altura.
Atrás, aunque la línea del techo decae por la silueta estilo cupé, también personas de la altura citada irán cómodas siempre y cuando no adopten una postura muy estirada, en vez de la de encogimiento que exhiben unos asientos algo más tumbados de lo normal.
Tres adultos no irán cómodos por un túnel central que ofrece calefacción regulable en los asientos de los lados y resta espacio para las piernas del pasajero del centro.
Éste tampoco gozará de un mullido suave de su respaldo, que acoge una trampilla abatible para poder transportar objetos de más de 2 metros, como pueden ser unos skies.
Para poder acceder con más facilidad al maletero (de 563 litros, con kit reparapinchazos y formas regulares y aprovechables) la apertura del portón es eléctrica. La opción de introducir algo desde el interior también se facilita con unos respaldos que se pueden abatir en una proporción 60:40.
Por lo que respecta a los materiales empleados en el interior, la mayoría de los plásticos son blandos y transmiten calidad. Hay espacios suficientes para dejar el móvil, la cartera o botellas de agua; y el punto tecnológico lo pone el Digital Cockpit (cuadro de mandos digital que emplea una pantalla TFT de 12,3 pulgadas) o la pantalla central táctil desde la que manejar el sistema de infoentretenimiento y que permite hacer algunas funciones con gestos de la mano.
Con el propulsor citado y el acabado Elegance, además de la tracción total y la transmisión DSG7 con levas en el volante, son de serie también la ayuda de aparcamiento, faros de LED para cruce y de carretera, climatizador de tres zonas, la llamada de emergencia, el sistema de navegación con pantalla de 8 pulgadas, la regulación dinámica de las luces de carretera, el sistema de vigilancia del entorno, el freno emergencia en ciudad (hasta 210 km/h) o la tapicería de piel y alcántara, entre otros elementos.
A cambio hay que pagar casi 52.000 euros, un precio que no está a la altura de muchos de los conductores y que se mueve en el terreno de las marcas premium, por lo que está muy alejado de otras marcas generalistas como es Volkswagen, que con productos como el Arteon sigue siendo definida por los expertos como sub-premium.
Para los que tengan una cuenta corriente saneada y no quieran llamar la atención como sucede con las otras marcas alemanes, decirles que se llevarán un vehículo más amplio y confortable que el de sus competidores (de media 4,65 metros de largo), aunque algo menos deportivo en el comportamiento.
También jugará a su favor el consumo, con el que se desmonta el tercero de los tópicos referidos a los vehículos largos, pesados y potentes como el Arteon: el del gasto de combustible.
Volkswagen le ha homologado un consumo medio de diésel de 5,9 litros a los 100 kilómetros, que no son difíciles de conseguir si se opta por los modos Eco -con función de vela para ampliar el paso por la gasolinera- y Normal.
Pero intercambiando los cinco modos y sin estar pendiente de la aguja que marca el depósito, Efe ha situado el consumo medio en 7 l/100 km, un registro que no está nada mal para un vehículo como el Arteon.
En suma, el Arteon es un coche dirigido a los amantes de las berlinas con diseño y temperamento deportivo con el motor de 240 CV.
En los últimos meses, han sido varias las marcas que han presentado sus propuestas en un segmento que está de capa caída por la gran atracción que tiene entre el público en general los SUV (todocamino) en sus diferentes tamaños.
Frente a éstos ofrece un mayor agrado de conducción, más agilidad y menores consumos. Su principal inconveniente: la tarifa a desembolsar por un coche que no es el de moda.
A los indecisos decirles que, en el momento de la prueba, el fabricante germano regala un paquete de equipamiento valorado en algo más de 5.000 euros, que incluye la cámara de visión trasera, el cuadro digital Cockcpit, faros delanteros led high con asistente en carretera, llantas de 19 pulgadas y neumáticos autosellantes, entre otros elementos.