modificación del proyecto en la rehabilitación de los primeros bloques

Vivienda evalúa subir costes en las obras de Miguel Hernández por inestabilidad y la crisis de precios 

24/06/2022 - 

ALICANTE. Los problemas de seguridad detectados en la ejecución de las obras de rehabilitación de los dos primeros bloques del barrio de Miguel Hernández de Alicante abocan a la Conselleria de Vivienda a evaluar una probable modificación del proyecto que conllevaría el consecuente incremento de costes. Máxime, después de que la empresa adjudicataria de la intervención, la alicantina Ecisa, haya planteado, también, la necesidad de revisar las condiciones del contrato como consecuencia de la escalada de precios de los materiales registrada en el sector de la construcción, que se habría visto acentuada tras la invasión de Ucrania.

Así, responsables del departamento autonómico que coordina el vicepresidente segundo del Consell, Héctor Illueca, prevén mantener una reunión de trabajo con la dirección facultativa de las obras y representantes de la constructora la próxima semana con el fin de analizar la propuesta de modificación planteada por la compañía en la que se pueda dilucidar si ese cambio está justificado. Fuentes consultadas indicaron que la prioridad en esa modificación consiste en procurar estabilidad en las estructuras de los dos edificios -los números 5 y 6 de la plaza Yolanda Escrig (antes conocida como plaza de la División Azul)- después de que se haya constatado la existencia de riesgo de derrumbes que pondrían en peligro la seguridad de los trabajadores. De hecho, ese riesgo habría forzado a ralentizar la ejecución de las obras hasta que se habiliten las soluciones que se consideren oportunas, sin que se haya llegado a paralizar desarrollo, según sostienen las mismas fuentes.

La detección de ese riesgo de derrumbe sería una situación sobrevenida, detectada durante la ejecución de la primera fase de desescombro interno, cuando se habría comprobado el estado de deterioro real en el que se encuentran los inmuebles como consecuencia del paso del tiempo y de la mala calidad de los materiales que se emplearon en su construcción, en los primeros años de la década de los cincuenta.

La conselleria debería plantear una contrapropuesta, en el caso de que los cambios propuestos por Ecisa no se considerasen justificados

Además, la modificación para consolidar los edificios también resultaría necesaria con el fin de preservar sus fachadas, en cumplimiento de las condiciones establecidas por la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Alicante en el trámite de concesión de licencia, al tratarse de inmuebles incluidos en el catálogo de protecciones aprobado provisionalmente por el pleno de la corporación en septiembre de 2020.

A priori, esa doble circunstancia podría avalar la motivación del reajuste de costes para unas obras que se adjudicaron el pasado junio por un importe de 2,2 millones, aunque el desembolso global previsto para el conjunto de la actuación ascenderá a 3,4 millones, al incorporar los trabajos de reurbanización, el coste del equipo técnico de gestión, así como los realojos temporales de los usuarios de las viviendas, según precisaron entonces fuentes del departamento autonómico. 

No obstante, serán los técnicos de la conselleria y la dirección facultativa quienes concluyan ahora si procede aprobar la modificación de proyecto de rehabilitación y el consiguiente incremento de precios, por una cantidad que todavía no se habría concretado. En el caso de que el cambio no se considerase justificado, Vivienda debería plantear una contrapropuesta que permitiese asegurar el desarrollo de la rehabilitación, según fuentes consultadas. 

Entre tanto, la conselleria prosigue en la planificación de las obras de la segunda fase de rehabilitación, que se extenderá sobre los bloques 2, 3, 4, 7 y 8 de la misma plaza, con la pretensión de que puedan iniciarse a principios de 2023, puesto que ya se ha adjudicado la redacción de su proyecto. Así, ya se habría iniciado el proceso para cuadrar posibles realojos durante el tiempo en el que se prolonguen las obras. Se estima que el coste de esa segunda fase pueda oscilar entre los 3,5 y los 5,3 millones. De igual modo, según fuentes del departamento autonómico, se continúa trabajando en la definición de las obras del resto de bloques ajenos a la plaza de Yolanda Escrig.

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