LA VILA JOIOSA. Hubo un tiempo en el que la Vila Joiosa comenzó a desarrollar su zona de la Cala. Pero se paró en seco. En el año 2006 llegaba la resolución del Tribunal Superior de Justicia que anulaba el acuerdo plenario en el que se aprobaba, por una mayoría insuficiente, el plan urbanístico conocido como Cales i Atalaies. No ha sido hasta ahora, 17 años después, cuando se ha encontrado un marco legal para estas promociones ya construidas y que además permitirá seguir desarrollando la zona.
Para ello, el pleno de la Vila Joiosa aprobaba en el pleno ordinario de agosto, celebrado este jueves, la modificación puntual del Plan General de Ordenación Estructural del PP-1 'Cales i Atalaies'. Este abarca la zona urbana de la localidad en la Cala, como se puede ver en la imagen inferior que acompaña a este texto. De momento pasará 45 días de exposición pública que comenzaron a contar el jueves. Tras ello, y una vez resueltas las alegaciones si es que hay, se tendrá que aprobar de manera definitiva por pleno.
Como se decía, esto permitirá que las viviendas que se construyeron en el periodo de tiempo que pasó entre que se aprobó el Plan y se anuló (entre 2002 y 2006) vuelvan a estar amparadas tras años de litigios. Como consecuencia, entre otros asuntos, se podrán reformar estos edificios, además de iniciar nuevas construcciones.
Como pasa en muchas de las historias enrevesadas del urbanismo del litoral alicantino, los hechos se remontan a principios de los años 2000 y bajo el contexto del boom del ladrillo. En aquel entonces, el gobierno local presidido por el popular José Miguel Llorca aprobó por mayoría simple el Plan Parcial de Mejora 2 del sector PP-1 Cales i Atalaies. Pero era contrario a derecho puesto que se necesitaba mayoría absoluta de la Corporación.
El Tribunal Superior de Justicia lo anuló en 2006 y posteriormente, en 2016, lo ratificó el Tribunal Supremo. En esos cuatro años que estuvo el Plan sin sentencia, el gobierno local otorgó licencias, llegando a construirse alrededor de 5.000 viviendas que luego se quedaron fuera de ordenamiento.
Una vez se apruebe de manera definitiva, todos estos edificios volverán a estar legalizados. Pero no solo esto, si no que aquellos terrenos por construir podrán obtener licencia, no solo para nuevas viviendas, sino aquellas con uso dotacional (deportivo y docente) y terciario. Cabe recordar que en su momento se proyectó un pequeño centro comercial en la zona.
De este modo, se da cumplimiento a la sentencia, que incluye además las exigencias actuales, como es el Pativel, según recuerda a este diario el concejal de Urbanismo, Pedro Ramis, por lo que lo hace "más restrictivo".
Por otro lado, el PSOE aprovechó para recordar que el lío urbanístico partió del mandato del PP de la época, y que el modificado aprobado era el trabajado por el gobierno del socialista Andreu Verdú, cuya cartera estaba en manos de su socio de gobierno, Pedro Alemany, de Gent per la Vila. Siguen "la ruta que le dejó marcada el anterior gobierno municipal", dicen.
Fuera de todo esto está el Atrium Beach, el hotel tendrá su propia solución urbanística que siguen estudiando desde el Consistorio, según indicó Ramis, quien además avanzó que seguramente una parte del hotel termine siendo derribada.