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junto a Iker Casillas, Xavi Hernández y Carlos Marchena, entre otros

Vigésimo aniversario del Mundial Sub-20 logrado por La Roja de Rubén Suárez y David Aganzo

23/04/2019 - 

MADRID (EFE). Este miércoles se cumplen dos décadas desde que la generación dorada de la selección española se proclamara campeona del mundo sub-20 en Nigeria. En ese combinado militaban jugadores como Iker Casillas, Xavi Hernández o Carlos Marchena, que posteriormente hicieron historia con España, pero también otros no tan conocidos.

Dani Aranzubia fue el arquero titular de la selección española, tras proclamarse campeón del mundo, ocupó la portería del Athletic de Bilbao, del Deportivo de la Coruña y del Atlético de Madrid, con quien cosechó la Liga en la temporada 2013/2014, meses después se retiraría.

El guardameta suplente fue Iker Casillas, que por esa época contaba tan solo con 17 años y apenas había comenzado su etapa como futbolista. Pocos meses después del Mundial sub-20 debutaría con el Real Madrid en San Mamés. El de Móstoles se marchó de Chamartín con cinco ligas, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, tres Ligas de Campeones, dos Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes. Además, fue el capitán de la selección que venció dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010). Sigue en activo en el Oporto.

David Bermudo, uno de los defensores del conjunto de Iñaki Sáez, se formó en las categorías inferiores del Barcelona y llegó a debutar con el primer equipo cuando lo comandaba Lorenzo Serra Ferrer. Luego pasó por el Tenerife en Primera División, por el Algeciras, el Almería, el Pontevedra, el Sabadell y se acabó retirando en 2015 en las filas del Badalona, en Segunda División B. Nunca llegó a debutar con la selección absoluta.

Pablo Coira militaba en el Compostela cuando ganó el Mundial Sub'20, de donde le fichó el Celta de Vigo. Allí debutó en Primera División, pero en 2003 se marchó al Deportivo Alavés para, al año siguiente, comenzar un periplo que le llevó al Recreativo de Huelva, al cuadro vitoriano nuevamente, al Figueres, al Aris de Salónica, el Castelldefels, al filial del Espanyol y, finalmente, al Budapest Honvéd de Hungría, donde se retiró en 2011.

Fran Jusué debutó con el primer equipo del Osasuna por su papel destacado en Nigeria. En Pamplona jugaría con regularidad hasta que se marchó cedido al Getafe, que disputaba la Segunda División. Posteriormente pasaría por el Recreativo de Huelva, la Cultural Leonesa, el San Sebastián de los Reyes, el Logroñés, el Lourden y el Egües, estos dos últimos de Tercera División.

En el mediocentro jugaba Pablo Orbaiz. El eje, el ancla, la extensión de Iñaki Sáez en el campo. El navarro, formado en la cantera de Osasuna, fichó por el Athletic Club, donde se convirtió en capitán y en referencia para el club. También militó en el Olympiacos griego, el Rubin Kazan ruso y en el Valle Egüés, retirándose del fútbol en 2015. Orbaiz disputó cuatro partidos con la absoluta.

Uno de los bastiones defensivos fue Carlos Marchena, que se formó en la cantera del Sevilla y luego emigró a Portugal, para enrolarse en las filas del Benfica. Luego pasó por Valencia, donde hoy es recordado como una leyenda, por Villarreal, Deportivo de La Coruña y se retiró en el Kerala Basters de la Superliga India. Marchena, que actualmente es miembro del cuerpo técnico del cuadro hispalense, estuvo presente en las selecciones que en 2008 y en 2010 se proclamaron campeonas de Europa y del mundo.

Gabriel Francisco García, 'Gabri', debutó cuatro meses después del Mundial de Nigeria con el primer equipo del Barcelona, donde permaneció hasta 2006. Sus siguientes equipos fueron el Ajax de Amsterdam, el Umm-Salal catarí, el Sion y el Lausana, estos dos suizos. Desde diciembre de 2018 entrena al FC Andorra de la Primera Regional Catalana.

Xavi Hernández ya formaba parte de la primera plantilla del Barcelona cuando ganó el Mundial de Nigeria. A día de hoy es una de las mayores leyendas del fútbol español y, por descontado, del Barcelona, donde se fue en 2015 con ocho campeonatos de Liga, seis Supercopas de España, tres Copas del Rey, tres Ligas de Campeones, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. Hernández también fue clave en las Eurocopas de 2008 y 2012 y en el Mundial de 2010. Hoy sigue cosechando entorchados con el Al-Sadd de Catar y está sacándose el título de entrenador.

Gonzalo Colsa ya jugaba en LaLiga con el Racing de Santander cuando ganó el Mundial sub-20, desde donde le fichó el Atlético de Madrid. Pasó cedido por el Valladolid y el Mallorca antes de volver al Atlético. Luego le volvió a contratar el Racing, donde estuvo desde 2006 a 2011, y finalmente jugó en el Mirandés, que acababa de ascender a Segunda División.

Fran Yeste debutó con el Athletic en Primera División justo antes de partir a Nigeria, pero tras el Mundial sub-20 fue cuando se consagró en San Mamés. Jugó en Bilbao hasta 2010, luego pasó por el Al Wasl y el Baniyas de Emiratos Árabes Unidos y por el Olympiacos griego. Llegó a ser convocado en una ocasión por la absoluta, pero no debutó.

Fernando Varela debutó con 18 años en el Betis, aunque tras el Mundial sub-20 permaneció en el club verdiblanco hasta que salió cedido al Extremadura. Volvió al Betis y militó por el Mallorca, el Kasimpasa y el Valladolid, donde se retiró en el 2012.

José Javier Barkero se formó en Zubieta, en la cantera de la Real Sociedad, que lo cedió al Toulouse francés y luego al Eibar. Se marchó al Albacete, luego al Numancia, al Levante y al Zaragoza, retirándose en la temporada 2013/2014. En Soria y en San Sebastián es recordado como un referente por su fina zurda.

Alex Lombardero pasó por el Lugo, el Alavés, el Atlético de Madrid B y el Racing B. También estuvo con el Mérida en Segunda. Nunca llegó a la selección absoluta.

Rubén Suárez, pertenecía a la cantera del Sporting de Gijón cuando se llevó el Mundial sub-20 de Nigeria. Jugó con el primer equipo gijonés hasta 2004, luego se marchó al Elche, en 2008 fue al Levante y, a partir de 2012, empezó una travesía por muchos equipos, entre los que cabe destacar el Almería, el Castellón o el Torrevieja. En 2017 firmó por el CD Acero.

Pablo Couñago, máximo artillero y tercer mejor jugador del Mundial sub-20, se formó en la cantera del Celta, aunque durante la disputa del torneo estaba cedido en el Numancia. No llegó a triunfar realmente en el conjunto gallego, que le cedió al Recreativo de Huelva y al Ipsich Town de Inglaterra. También pasó por el Málaga, por el Crystal Palace inglés, o por el Dong Tam Long An de Vietnam. En el curso 2017/2018 jugó en el Club Deportivo Choco de la Tercera División.

Álvaro Rubio, que se fracturó el peroné en el tercer partido del Mundial, pertenecía a la cantera del Zaragoza, si bien luego jugó en el Albacete y en el Valladolid, donde pasó diez años (2006-2016). En 2016 se marchó a la India, para jugar con el Bengarulu. Actualmente es entrenador ayudante de Sergio González en el Real Valladolid.

Finalmente, el otro referente arriba era David Aganzo, quien tras el Mundial sub-20 debutó en el Real Madrid, donde no gozó de muchos minutos pero participó de la conquista de la Liga de Campeones del año 2000. Pasó por el Espanyol, por el Valladolid, por el Racing de Santander, por el Alavés, por el Rayo Vallecano, por el Hércules de Alicante, por el Aris de Salónica y por el Lugo. Actualmente es el presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles.

El seleccionador, que comandó a estos jóvenes hasta la victoria fue Iñaki Sáez, un exjugador de Athletic, Las Palmas y Albacete que continuó en las categorías inferiores hasta que le llegó la oportunidad con la absoluta en 2002. Logró la plata olímpica en Sydney 2000 y en la Eurocopa de mayores de Portugal 2004 no logró que la Roja superara la fase de grupos, al caer en el tercer encuentro ante Portugal.

Volvió a hacerse cargo de la sub-21 tras el torneo continental y en 2008 se retiró de los banquillos. Actualmente es el presidente comité de fútbol draft que designa a los mejores canteranos del país.


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