Vicente Sala declara como testigo en el juicio por el asesinato de su madre, el pasado octubre. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Superado el trago del juicio contra su cuñado por el asesinato de su madre (en el que el primero fue declarado no culpable por el jurado) y a la espera de que puedan prosperar su recurso y el del fiscal, el empresario alicantino Vicente Sala se vuelca en el negocio del plástico que fundó su padre y del que compró su parte a sus hermanas para poder separar sus caminos en 2018. Así, esta semana ha inscrito en el Registro Mercantil una ampliación de capital por valor de 2,11 millones de euros en Hersa Enterprise, la sociedad holding al frente del grupo Samar Internacional.
Con esta ampliación, el capital de Hersa Enterprise se eleva hasta los 40 millones de euros. Cabe tener en cuenta que fue con esta sociedad con la que Vicente Sala llevó a cabo la compra de la participación de sus hermanas en Samar, y que es la que mantiene el mayor nivel de endeudamiento con las entidades financieras, a pesar de que las participaciones pignoradas como garantía ante los bancos afectan a cinco sociedades del grupo. La inyección de capital refuerza los recursos propios de una sociedad que cuenta con un activo de 70 millones (todo en inversiones en otras empresas del grupo) y un patrimonio neto de 37 millones.
Hersa Enterprise se creó en 2016 como una sociedad patrimonial, para dirigir la participación de Vicente Sala en las empresas de la familia. Como contó Alicante Plaza en su momento, fue una de las piezas clave en la 'guerra fría empresarial' con sus hermanas por el control del imperio familiar antes y después del asesinato de Carmen Martínez, cometido en diciembre de 2016 en el concesionario Novocar. Actualmente, la firma está al frente del grupo Samar (que comercializa sus polímeros con las marcas Samarlen y SM Resinas, a su vez filiales de Samar Internacional), y la dirige un consejo de administración del que forman parte Vicente Sala, como presidente y consejero delegado, su esposa, su tía, y sus dos hijos a través de otra sociedad, Vifer Capital.
Como contó este diario, el primer año de Vicente Sala en solitario al frente del negocio del plástico de la familia (tras cerrar la compra en abril de 2018) fue especialmente positivo, al beneficiarse la actividad de la paz social alcanzada con el acuerdo: Samar Internacional incrementó su facturación un 3% hasta los 205 millones de euros, y volvió a anotarse un resultado positivo al cierre del ejercicio con 1 millón de euros de beneficio. El grupo abrió además filial en Texas, con lo que suma Estados Unidos a la nómina de países en los que opera, la mayoría en Sudamérica.
Vicente Sala se baja el sueldo (y a sus directivos) y ahorra medio millón pese a ganar plantilla
