ELCHE. Las protestas por el desmantelamiento del carril bici de la avenida Joan Carles I siguen activas. Margalló-Ecologistes en Acció-Elx en Bici ha presentado al Comité Nacional Español de Icomos (el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios asociado a la Unesco) una 'alerta patrimonial' sobre la afectación que supone el aumento del volumen de tráfico "y la contaminación ambiental y acústica asociadas" sobre el perímetro de amortiguamiento del Palmeral de Elx, como Bien Inmueble de Interés Cultural (BIC) declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El escrito de la alerta patrimonial argumenta que "el aumento del tráfico motorizado, su velocidad, contaminación y ruido en el entorno y zona de amortiguamiento del Palmeral, así como el impacto visual de coches estacionados sobre la acera a escaso metro y medio de los huertos de palmeras" tienen un efecto negativo sobre la protección, conservación y significado del bien cultural, en concreto, del palmeral.
Además de Margalló-Ecologistes en Acció, se implican en esta iniciativa entidades como Volem Palmerar, Comisiones Obreras Vinalopó-Vega Baja, el Institut d’Estudis Comarcals del Baix Vinalopó, la Federación de Asociaciones Vecinales de Elche y la Asociación Vecinal del Raval. El objetivo último de la petición es, según consta en el escrito enviado a Icomos, "recuperar el carril bici de Joan Carles I de tal manera que se respeten los valores patrimoniales, de modo que pase de tener dos carriles para vehículos motorizados a un solo carril para vehículos motorizados y otro para carril bici".
Un argumento, señalan en el comunicado, para contribuir a la movilidad sostenible "y a la mejora de la zona de amortiguamiento del Palmeral", añaden las entidades firmantes. Según los promotores de la iniciativa, "la reducción del tráfico motorizado mejoró las condiciones de conservación de los valores patrimoniales de los huertos afectados, lo que actuó en la dirección que marca la Ley de protección y promoción del palmeral de Elx".
En cambio, según la Ley, los actos que afecten negativamente a los huertos y a su zona de amortiguamiento y entorno de protección "serán objeto de autorización previa de la conselleria competente en materia de cultura", aspecto que aseveran "ha obviado el concejal de Movilidad, Claudio Guilabert, y en última instancia, el alcalde, Pablo Ruz, que han preferido avalar el estacionamiento irregular por parte de las familias de un colegio concertado por encima de la protección de nuestro Patrimonio de la Humanidad".
Con ello, según el escrito presentado, la Conselleria de Cultura debería haberse pronunciado antes del desmantelamiento del carril bici. Con esta iniciativa, se abre ahora otro frente que queda en el tejado de Icomos, quien en el plazo que considere conveniente podrá pronunciarse tal como lo hizo cuando evaluó en 2018 el proyecto del Mercado Central por la afección al Misteri d'Elx. Lo que a la postre sirvió para que PSOE y Compromís rescindieran el contrato.