VALÈNCIA. Está demostrado que un estilo de alimentación vegetariano mejora la salud pero también a paliar los efectos del cambio climático pues para obtener una proteína de origen animal se necesita mucha más tierra, más agua y más emisiones de C02 que para lograr una proteína de origen vegetal. Además, y según la revista Nature, cuando una persona elige seguir una dieta con cinco comidas a la semana plant based reduce en un año las emisiones de CO2 en 1.000 kg, 620.000 litros de agua y 7.000 m2 de tierra.
Ese cambio de hábito en la dieta es el que pretende impulsar la startup valenciana Vegan Food Club, nacida en plena pandemia por esa inquietud de promover una dieta más sana y respetuosa con el planeta. “Nacimos a finales de 2020 con la idea de acercar esa alimentación plant based para bajar la huella de carbono del público general”, comenta Pablo Alcolea, CEO y cofundador de la startup junto a Lucas González- Guija. Lo explica resaltando que “la gente cada vez es más consciente de las deficiencias del sistema alimentario actual y del impacto que tiene sobre el planeta”. En este sentido, la startup tiene previsto evitar la emisión de 75.000 toneladas de CO2 sustituyendo platos con proteína animal por sus menús veganos y sostenibles.
Precisamente, uno de los objetivos es hacer llegar la alimentación plant based a todos los ámbitos de la sociedad y avanzar en la lucha contra el cambio climático, aunque ello no significa hacer apología del veganismo: “Nuestra propuesta está dirigida a todo el mundo, veganos y no veganos, pues sabemos que vale más convencer a un millón de personas para que se hagan un 30% más veganas que convencer a diez mil personas para sean 100% veganas”. De hecho, el 75% de las personas que usan el servicio no es ni vegana ni vegetariana, simplemente “quieren tener una alimentación más basada en plantas, ya sea por motivos ambientales, por motivos del bienestar animal o por motivos de salud”.