Reconozco ante ellos que cuando leí eso de mercado de cocinas, pensé que se iba a abrir un Leroy Merlín “sabíamos que podía pasar” reconocen divertidos José Miralles y Hugo Sánchez Cerverón. Están contentos y felices de inaugurar por fin, tras seis años trabajando en el proyecto, Mercader. Así que lo primero es definir en qué consiste un mercado de cocinas. “Aquí se cocina todo lo que se consume, las cocinas están abiertas, no hay productos que vienen ya preparados como en los mercados gastronómicos, queremos desmarcarnos de ese concepto, esto es mucho más reducido con sólo 7 ofertas”. De hecho, han estudiado muchos de esos mercados hasta dar con el concepto del suyo “somos viajeros, hemos ido a Lisboa, Madrid, Barcelona o Correos en Murcia” y han llegado a ese concepto de “mercado de cocinas”. Tal vez el referente más cercano, porque también tiene restaurante y ofertas para disfrutar durante todo el día, sea els Magazinos de Dénia, en el que también se han inspirado.
Ahora bien, hay dos cosas que hacen diferente a Mercader de entre todas las propuestas, la primera su vinculación con el barrio donde nace. “Yo soy del Cabañal, mis padres tenían una pescadería muy cerca de aquí, por eso era tan importante involucrar a los negocios del barrio en el proyecto” reconoce Miralles. Lo que a priori resulta más complicado para los mercados gastronómicos al uso es encontrar a compañeros de viaje dispuestos a formar parte del proyecto, aquí, en cambio, ha resultado bastante sencillo. “Para nosotros era básico que el mercado del Cabañal estuviera representado, más allá de que es el lugar donde compramos el producto, de ahí que habláramos con Bianca, la pescadería de referencia del Mercat del Cabanyal, para que se uniera a nosotros”. Dicho y hecho, Bianca forma parte del mercado, y como el resto de miembros de este viaje, han elegido sus maletas, en este caso, los elementos recuperados que forman parte de su paraeta, como los azulejos blancos tan característicos que decoran el puesto de Bianca.