Me refiero a ese momento antes de comer en el que sobre la mesa van pasando tesoros de nuestra huerta y nuestro Mediterráneo para que sean compartidos. Todo muy sencillo, sin grandes artificios, que sirve de preámbulo a la comida pero, sobretodo, como acompañante de ese comboi que tanto nos gusta. Si eso le añadimos cerveza artesanal y productos de kilómetro cero, la picaeta se convierte en puro hedonismo.
Precisamente para reivindicar esa gastronomía del aperitivo, tres pixavins (así se les llama a los de Gandia) se han unido para dar forma a La picaeta Sibarita, un proyecto que nació entorno a una cerveza y que poco a poco Agustín Gomez, Miquel Joan Climent y Xavi Català han ido dando forma hasta convertirlo en un lugar de encuentro. “La idea surgió en el confinamiento, un lugar en el que disfrutar de una buena cerveza mientras tomabas un aperitivo; sin grandes pretensiones pero en el que todos los productos fueran de calidad”, comentan.
Xavi Català sirve una Delicà directamente del grifo; una “cerveza fresca, suave, que sirve de acercamiento a las cervezas artesanales”. Vamos, la opción para quienes se están adentrando al mundo de las IPA. El maestro cervecero comenta que la Delicà es la primera cerveza que ideó en La Picaeta Sibarita y ya se va abriendo paso en el mercado, pues algunos restaurantes de la zona ya la ofrecen en su formato de botella. “La idea es embotellar todas las cervezas e incluso venderlas en su formato de lata”, comenta Xavi enseñado el artilugio que hará posible el embotellamiento.