En mi caso también sufrí la transición del periodismo del papel al digital como una gran crisis de identidad, acabar la carrera y no tener oportunidad laboral es una experiencia que nos encaminó hacia lo que somos ahora. Esa generación de la que hablaba Álvaro Oviedo, joven talento y responsable de marketing y eventos de la BCC en la entrevista con el artista Ándres Sanchez (Misterpiro) durante la primera ponencia del congreso. Soy una de las cien, por el proyecto Terrenae (Castelló), aunque más que figurar en la lista, la gran fortuna ha sido conocer a tantas personas con una misma energía, la de contribuir a una gastronomía de calidad.
La generación del 2022 es una de jóvenes con diferentes perfiles y con mucho que aportar al sector gastronómico. Ponernos cara, descubrir que no estamos solos ante el solitario camino del emprendimiento, incluso compartir filosofía. José Mari Aizega (director de la Basque Culinary Center) lo dejaba claro, “la finalidad es lanzar el mensaje de que hay muchos jóvenes que habéis dado un paso adelante, comprometidos, que queréis innovar, tenéis formación que estáis aplicando de forma muy comprometida”. Por eso, la lista de este año promueve una visión 360 grados de la gastronomía, porque todas las profesiones forman parte de la cadena de valor: ganaderías, apicultores, start ups, sumillería, divulgación, ciencia, emprendimiento… El pasado lunes nos reunimos todos los que pudimos asistir, nos escuchamos y aprendimos. Con algunos también nos reencontramos, conocidos o con amigos en común. Son muchos los proyectos inspiradores.