CASTELLÓ. La jueza de Instrucción 4 de Castellón acerca de nuevo al banquillo al expresidente de la Diputación Carlos Fabra, su mujer María Amparo Fernández, sus hijos Borja y Claudia, y el marido de esta, Fernando Castro, así como a su supuesto testaferro, Alejandro Lorca. Lo hace después de dar por concluida la investigación respecto de la causa para determinar si Fabra ocultó de forma deliberada su patrimonio para no hacer frente a la sentencia a la que fue condenado en 2013 por cuatro delitos fiscales y en virtud de la cual mantenía una deuda con la Agencia Tributaria de alrededor de un millón de euros.
No en vano, tras el auto de procedimiento abreviado dictado ahora por la jueza -el segundo después del que lanzó su sustituto provisional, Jacobo Pin, hace un año justamente-, la posibilidad de recurso que prolongue la instrucción parece complicada.
No en vano, al auto de procesamiento actual solo cabe apelación en base a las diferencias con el anterior, y estas son, concretamente, el archivo de la causa contra Fernando Roig, su hijo y el empresario Miguel Pérez, apoderado de Migumi, una compañía del entorno del presidente del Villarreal CF. Así, dado que los ahora excluidos del proceso no recurrirán, solo podría hacerlo Fiscalía y la Abogacía del Estado, dado que el PSPV se retiró de la causa al poco de personarse, y ello parece poco probable.