ALICANTE. El XV Congreso Provincial del PP en Alicante ha tenido dos cara muy visibles. Por una parte, el respaldo unánime de la dirección de Génova a Carlos Mazón; y por otra, la despedida de la antigua dirección, en estos momentos representada por Eduardo Dolón, el presidente que tomó las riendas del PP tras la renuncia de José Císcar.
La sintonía entre Mazón y los miembros de la dirección de Génova ha sido muy evidente y se ha mostrado en varios de los vídeos proyectados durante el congreso. Sin embargo, sólo el propio Dolón como Isabel Bonig ha tenido palabras de recuerdo para los duros momentos que vivió el PP entre 2011 y 2015, con la gestión de la crisis y la aparición de los casos de corrupción. El presidente saliente ha recordado los cambios que ello conllevó en su día, como la Convención de Benidorm, donde se acordaron la celebración de primarias para elegir a los presidentes locales, "un militante, un voto", apartar a los imputados por corrupción, o la implementación de medidas para favorecer la transparencia interna, como ha recordado Bonig, "algo que hasta ese momento era tabú en el PP". "Tuvimos que aguantar malos momentos cuando ser el PP estaba mal visto"ha rememorado Dolón. "Fueron tiempos duros", ha reiterado tras la eclosión de casos como el Brugal, en Alicante y Orihuela; Taula o Gürtel en València, o el ingreso de cargos en prisión como el caso del ex alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, o la detención del entonces delegado del Gobierno, Serafín Castellano.