TORREVIEJA. “¡Lo que nos ha costado!”, exclamaba una responsable de la conselleria de Sanidad a Ana Barceló mientras se fundían en un fuerte abrazo a las puertas del vestíbulo principal del Hospital Universitario de Torrevieja. La consellera de Sanidad llegaba este sábado a las 9:30 horas al centro hospitalario ya como dependiente de forma directa de la Generalitat. A las puertas del vestíbulo le recibía el nuevo equipo directivo y figuras responsables competentes de la reversión. En el entorno ya no quedaba ningún rastro de la marca Ribera, concesionaria durante los últimos 15 años hasta las doce de la noche del viernes. Para la consellera, el hecho de que el Departamento haya pasado a gestión pública “es un éxito de toda la sociedad valenciana”.
Ni rastro de distintivo, marca o icono alguno de la empresa en los principales espacios del centro. A primera hora de la mañana, y tras toda la noche trabajando, un equipo de operarios había retirado toda la cartelería, luminosos e indicativos con la marca de la empresa y colocaba las pegatinas, cartelerías y vinilos con los logotipos de la Generalitat Valenciana. Las pancartas con el mensaje “No a la reversión” que se colocaron en distintos puntos del recinto –interior y exterior- hospitalario también se han retirado. Solo queda la enorme valla publicitaria en la rotonda de acceso al hospital.