CASTELLÓ. El otoño astronómico empieza este domingo. Ha pasado ya el verano y después de cargar pilas para afrontar un nuevo curso académico y laboral, como también sucede cada 31 de diciembre, muchas personas se han fijado objetivos a cumplir durante los próximos meses. Entre los propósitos más deseados está, seguramente, el aprender una nueva lengua o mejorar los conocimientos sobre algún idioma concreto.
Una de las hablas que ha incrementado en los últimos años en mayor medida el número de estudiantes es el chino. El crecimiento económico del país asiático, gracias a las reformas de las últimas décadas y a la apertura a inversiones extranjeras y a los mercados internacionales, han situado a China a la cabeza de las economías mundiales, hecho que supone un estímulo para los jóvenes y para los trabajadores de diferentes sectores económicos de Castellón.
De Madrid al pueblo con el idioma a cuestas
En la provincia hay muy pocas academias de chino, pero una llama la atención por su ubicación. Está situada en la localidad de Altura. Su nombre es Ziran, que significa naturaleza, y es fruto de la iniciativa de Lying Tang y Daniel Ibáñez, una pareja que aterrizó en la localidad del Alto Palancia hace ahora 18 años y que lleva "toda la vida dedicada a la enseñanza del chino”, asegura Daniel. Él, de Madrid, y ella de Pekín (北京) tienen como uno de sus nexos de unión la Universidad de Estudios Extranjeros ubicada en la capital china, uno de los centros donde se formó Daniel, y ya llevan 25 años enseñando el idioma.