Cuatro años del 'sainete de las entradas' en Paterna

ALICANTE. Ocurrió hace cuatro años, la mañana del domingo 14 de octubre de 2018. El Valencia Mestalla y el Hércules se disponían a jugar en Paterna el encuentro correspondiente a la jornada 8 en el grupo 3 de la extinta Segunda B y a las puertas del recinto escenario del mismo, el estadio Antonio Puchades, se vivió una situación que la Generalitat posteriormente calificó (y sancionó) como discriminatoria y cuyos ecos llegan hasta el día de hoy. 

En los días previos a la disputa del partido, el club che envió al Hércules un cupo de entradas para el mismo con objeto de que fueran distribuidas entre sus aficionados, al tiempo que anunciaba que el día del encuentro no se abriría la taquilla del Puchades, es decir, no se podrían adquirir entradas allí. Sin embargo, la realidad es que esa mañana de domingo esa taquilla sí abrió, sí se vendían entradas en la misma... pero no a aquellos en cuyo Documento Nacional de España figuraba un domicilio radicado en una localidad de la provincia de Alicante.

Así, aficionados tanto del Hércules como del Valencia con domicilio en Alicante se quedaron sin poder asistir al encuentro al no vendérseles entradas en la taquilla, mientras que otros que tenían domicilio en una provincia distinta sí podían comprarlas.

Tanto el club blanquiazul como muchos de los aficionados denunciaron lo sucedido, un ejercicio contrario a la Constitución del derecho de admisión que le valió al Valencia una sanción económica y, especialmente, una importante condena social: la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte sancionó al club che por la comisión de una infracción grave de la Ley 2/2011 del Deporte y la Actividad Física de la Comunitat Valenciana, pero imponiéndole una multa de cuantía ridícula; la Fiscalía, por su parte, no consideró los hechos constitutivos de delito; y tanto la Comisión Antiviolencia como la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se inhibieron por falta de competencia. Eso sí, la imagen del Valencia se vio muy resentida tanto en la Comunitat como fuera de ella.

No obstante lo sucedido hace cuatro años, las relaciones entre el club blanquinegro y el blanquiazul son cordiales. Por ejemplo, ambos negociaron en 2020 la compraventa parcial de los derechos económicos sobre el extremo Ez Abde (aunque no hubo acuerdo y el futbolista terminó meses después en el Barça), pero es que en el último mes, precisamente en relación con el encuentro del próximo domingo, ambos se han presentado ante la RFEF cogidos de la mano, planteándole la posibilidad de invertir el orden de sus partidos de la fase regular para minimizar el riesgo de que la disputa del mismo se pudiera ver afectada por la reciente resiembra del terreno de juego del Antonio Puchades.

El Valencia Mestalla-Hércules del próximo domingo no será el primero que se juegue en Paterna tras el tristemente famoso de 2018, pero sí el primero con público, toda vez que en 2020 ambos conjuntos se vieron las caras en el Antonio Puchades a puerta cerrada por las restricciones vinculadas a la prevención de la transmisión de la Covid-19.