Los adultos también nos emocionamos y, a veces, se nos escapa alguna lágrima, esto no es sólo cosa de niños. Nos puede pasar al honrar a nuestros mayores por sus hazañas, por sus hechos, por su ejemplo aunque este no fuera el motivo de sus acciones. Deje que me explique.
El pasado miércoles se entregó el Premio Maisonnave que cada año concede la Universidad de Alicante, este año en su XX edición. Lleva el nombre de Eleuterio Maisonnave, elegido alcalde de Alicante en las primeras elecciones por sufragio universal masculino y diputado por el distrito de Alicante en las elecciones de 1869. Maisonave “forma parte de una gran generación de ilustres alicantinos que defienden el libre pensamiento y el acceso a la libertad a través de la educación en igualdad”, en palabras de Amparo Navarro, rectora de la Universidad de Alicante. Este premio, sigue diciendo, “se otorga a personas o entidades que hayan destacado por su actividad continuada en defensa de los valores cívicos o de la promoción de la educación y la cultura en la ciudad de Alicante”
Este año la elegida ha sido la Sociedad de Conciertos de Alicante, una asociación que cumple 50 años. Es un reconocimiento a lo mucho y bueno que ha hecho por la divulgación cultural, por el apoyo a la juventud con talento musical en ese ámbito, y por situar a Alicante en el mapa mundial en la organización de conciertos de música clásica.
En el acto de la entrega del Premio Maisonnave los diferentes conferenciantes alabaron la tarea de un pequeño grupo de entusiastas melómanos alicantinos que, desde la nada, constituyeron esta asociación. El catedrático de Derecho Internacional Manuel Desantes manifestó, con su verbo fácil, un detallado y entrañable Laudatio. Entre otras cosas dijo que “nadie puede dudar que la Sociedad de Conciertos ha sido un instrumento fundamental no sólo para difundir la cultura musical entre la sociedad alicantina, sino para educar en valores culturales a través de un lenguaje universal, como reto para una mejor convivencia de una sociedad más sensible y más feliz”.
A su vez, Alfonso Ramón-Borja manifestó sus ideas como Presidente de la Fundación de dicha Sociedad. Luis Barcala habló como Alcalde de la capital alicantina. Amparo Navarro se expresó como rectora magnánima de la Universidad de Alicante. … Escuchándolos, mi memoria se llenó de voces y de emoción al recordar a algunos de aquellos que fueron protagonistas en la creación de esta Sociedad de Conciertos. Vinieron a mi memoria varias escenas, le citaré tan sólo una de ellas. Esta fue una reunión de amigos de mis padres en uno de los salones de su casa a finales de los años sesenta. Estaban sentados en un tresillo que pudo ser de Carmen Sevilla. Ya le conté que veraneó en El Campello durante varios años. Se interesó por este tresillo pero no se decidió a comprarlo, quizá porque era muy grande. Terminó en casa de mis padres porque se lo pensaron menos y se decidieron antes, sin saber que le interesaba a esa actriz.
Pero permita que vuelva a esa reunión de amigos en casa de mis padres. Desde la escalera que subía al piso superior escuchaba sus conversaciones. Uno es curioso, ya sabe. Todos manifestaban su criterio, todos daban su opinión. Recuerdo la voz de Pepa Gomis, madrina de mi hermano Pablo; el sonido radiofónico de la voz de José María Perea; la opinión de Rafael Beltrán, padrino de mi hermano Paco; la risa de Fani, mujer de Rafael, con esa forma cariñosa que tenía de reír; las manifestaciones de mis padres Pascual y María José. Todos hablaban de la vida cotidiana en un ambiente distendido. En una de esas mi madre preguntó a todos “¿y si montamos una asociación cultural que organice conciertos de música clásica en Alicante?”. Pasó un ángel, todos callaron. El silencio se hizo dueño del salón. “Eso es muy difícil”, dijo uno de ellos, a lo que ella contestó que “en Argel había una asociación de este tipo. ¿Si la había allí, porque no en Alicante?”. Mi madre vivió muchos años en la capital argelina mientras su padre ejercía de diplomático en esa localidad, y tenía de ella muy buenos recuerdos como ciudad internacional, cosmopolita y cultural. Ahí quedó la cosa. Pero no cayó en saco roto, fue calando en la mente de los tertulianos de ese día que lo fueron madurando y comentando con propios y con extraños. Pensaban que ellos también eran capaces de llevarlo a cabo si conseguían la ayuda de una importante masa social de socios, apoyo institucional y de la administración pública, además de la obra social de la Caja de Ahorros. Llegaron a la conclusión que todo era proponérselo y ponerlo en marcha. No fue tarea fácil, pero estaban empeñados en conseguirlo.
Rafael Beltrán, único superviviente de la primera Junta Directiva donde Pepa Gomis y Pascual Rosser Marín (mi padre) fueron vocales, cuenta que después que Margarita Berenguer organizase un concierto benéfico en el Cine Monumental de Alicante (1970), este le dijo de hacer una sociedad de conciertos en la ciudad.
Esta asociación guarda un documento, que llaman el escrito fundacional. En él Rafael Beltrán escribió una carta a Margarita Berenguer de Ramón-Borja en el que manifestaba que había que poner ya en marcha la Sociedad de Conciertos de Alicante porque Pascual Rosser Marín ya había hablado con los responsables de la Caja de Ahorros del Sureste y estaban conformes en apoyar la iniciativa. Fue el inicio de una larga y fructífera aventura cultural en la capital alicantina que sigue dando sus frutos.
Como escribí en una de mis crónicas de este periódico, la Sociedad de Conciertos de Alicante se constituyó el 18 abril de 1972. Eligieron de Presidenta a Margarita Berenguer de Ramón Borja, una mujer emprendedora, con don de gentes, melómana y con una situación económica privilegiada para ser mecenas del arte - ya lo era - y de la música.
Por su parte el afamado músico internacional, el alicantino Oscar Esplá, es su Presidente de Honor Perpetuo. El 29 de septiembre de ese año se inauguró la actividad de esta Sociedad con un concierto de Victoria de los Ángeles, con Miguel Zanetti al piano. Después han pasado por la programación de esta Sociedad los mejores solistas de música clásica del mundo. Permita que le cite algunos: Andrés Segovia, Arturo Rubinstein, Misha Dichter, Narciso Yepes, Montserrat Caballé, José Tomás, María Joao Pires, Ignacio Rodes, Seong-Jin Cho, Antonio Meneses, Julia Fischer, Cuarteto Casals, …
En el acto de la entrega de Premio Maisonnave, el presidente de la Fundación Sociedad de Conciertos de Alicante, Alfonso Ramón-Borja, hijo de Margarita, habló del pasado y del futuro afirmando que “somos conscientes que estos irrepetibles cincuenta primeros años nos aportan una gran experiencia, pero no nos garantizan el porvenir. Vamos a seguir trabajando para que nuestro corazón musical siga latiendo e impulsando iniciativas innovadoras. Nuestro futuro musical será posible si seguimos contando con la masa crítica de socios que viven la música clásica con intensidad. Pero también necesitamos el apoyo de las instituciones y empresas. La Sociedad de Conciertos de Alicante es una entidad que aporta un gran servicio a la sociedad. Un servicio adaptado a los tiempos actuales, ofreciendo música de altísima calidad, y conviviendo armónicamente con otros aliados culturales. Disponer en nuestro territorio de la suma de todos estos actores será un ejemplo de éxito, único y singular en España”. Que así sea.