Una nueva Directiva europea regulará los productos químicos en juguetes para bebés

25/09/2021 - 

BRUSELAS. Tal vez “Magia Borrás” no habría pasado los controles europeos en seguridad de los juguetes hoy en día. El Parlamento Europeo debate la próxima semana sobre la implementación de las nuevas normas que se regularán en la Directiva de 2009 de seguridad de  los juguetes totalmente renovada y que pretende la protección máxima de los niños europeos. En concreto, los productos químicos que se incluyen en juegos de magia, plastilinas y juguetes para bebés susceptibles de acabar en la boca están en el centro de esta regulación.

Hasta hace unos años, España era la tercera fabricante de juguetes a nivel mundial, por detrás de China, con una importante prevalencia de Alicante y Valencia, y, en ocasiones, de Catalunya. En concreto, la comarca alicantina de la Foia de Castalla, en que se encuentran Ibi y Onil, fue en 2018 líder de ventas. Las cifras durante la pandemia han distorsionado el mercado, que aún no ha vuelto a la normalidad.

El comité sobre Mercado Interior y Seguridad para los Consumidores se reúne el lunes para proponer una resolución parlamentaria con un doble objetivo. Por un lado, se intenta garantizar un alto nivel de protección de los niños en toda la UE y, de otro, garantizar la libre circulación de juguetes en el mercado único. Con este fin, introduce disposiciones y obligaciones detalladas para los fabricantes, importadores y distribuidores, con disposiciones de aplicación por parte de las autoridades de vigilancia del mercado para los juguetes no conformes con la normativa.

Los niños, como consumidores especialmente vulnerables en una edad delicada, deberían disfrutar del mayor nivel posible de protección durante su tiempo de juego. Esto significa disponer de una legislación que permita flexibilidad y adaptaciones rápidas para seguir el ritmo de los nuevos avances científicos.

Prohibición de productos

El informe que se presentará en el Comité impone la prohibición de los productos químicos que son cancerígenos, mutágenos o tóxicos para la reproducción. Aunque permite excepciones cuando la concentración de estos productos químicos es demasiado alta para garantizar una protección eficaz. Dado el alto riesgo que estas sustancias suponen para la salud de los niños, deberían suprimirse estas excepciones. Además, los valores límite para las nitrosaminas y las sustancias nitrosables son demasiado elevados.

Los requisitos de etiquetado para fragancias alergénicas específicas en ciertos juegos de juguetes experimentales no se pueden actualizar fácilmente cuando se modifican las listas de fragancias alergénicas. Por tanto, la revisión de la Directiva también debería abordar estos requisitos. 

De otro lado, ciertos límites químicos se aplican solo a los juguetes para niños menores de 36 meses y a los juguetes destinados a llevarse a la boca. Sin embargo, la toxicidad química no cambia entre los 36 y 37 meses, y posteriormente. Por ello, los Estados miembros han pedido en repetidas ocasiones la eliminación de la distinción de edad para los productos químicos. El informe del Parlamento explica que existen pruebas de que “algunos fabricantes deshonestos” eluden estas disposiciones, que pueden indicar fácilmente que un juguete está destinado a niños mayores de 36 meses incluso cuando claramente no es el caso, sólo para evitar cumplir con los valores límite químicos más estrictos para bebés.

Trazabilidad del fabricante

La Directiva incluye la obligación de que los Estados miembros realicen una vigilancia del mercado, lo que incluye probar los juguetes en el mercado y verificar la documentación de los fabricantes, retirar del mercado los juguetes inseguros o que no cumplan con las normas y tomar medidas contra los responsables de su comercialización.

Una aplicación más eficaz de la Directiva sobre seguridad de los juguetes protegería mejor a los niños y garantizaría una verdadera igualdad de condiciones para las empresas al proporcionar beneficios a los fabricantes, importadores y distribuidores responsables. Al mismo tiempo, impediría a los comerciantes deshonestos beneficiarse de eludir las reglas y poner en riesgo la salud de los niños por la comercialización de juguetes peligrosos.

Por otra parte, las nuevas tecnologías como “blockchain” e inteligencia artificial pueden ayudar aún más a las autoridades nacionales a rastrear productos que no cumplen, a través de información estructurada y de fácil acceso sobre el producto y su trazabilidad.

La necesidad de reforzar la vigilancia del mercado está estrictamente relacionada con los desafíos que plantea el comercio electrónico para la protección de la salud y la seguridad de los niños frente a los juguetes peligrosos y no conformes que entran en el mercado de la Unión Europea (UE). El ponente de este informe cree que el fortalecimiento de las disposiciones de vigilancia del mercado por sí solo no será suficiente para resolver el problema.

Ventas “on-line”

La Ley de servicios digitales y la revisión de la Directiva de seguridad general de los productos desempeñarán un papel clave en la identificación de responsabilidades y el aumento del cumplimiento y la trazabilidad de los productos. También es importante garantizar la coherencia entre los diferentes instrumentos jurídicos.

En opinión del ponente, “lo que es ilegal en el mundo real, debería ser ilegal en el mercado digital”. Y añade que, a pesar del papel positivo del principio “conozca a su cliente comercial”, se debe hacer más para aumentar la responsabilidad de los mercados on-line para detectar y eliminar juguetes inseguros, falsificados y que no cumplan con las normas de sus plataformas, además de tomar medidas contra los infractores reincidentes.

Es fundamental, añade el informe, que las autoridades de vigilancia del mercado cooperen con las autoridades de terceros países para facilitar el cumplimiento y el conocimiento de la legislación de la UE. Ua forma de mejorar su eficacia es garantizar que las actividades de seguimiento de la información sean accesibles al público.

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