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coordinadas por la pau y la escuela 'la mar salada'

Una veintena de escuelas infantiles de Alicante se suman a la escolarización de niños ucranianos

21/04/2022 - 

ALICANTE. Uno de los más urgentes y principales proyectos de la Plataforma de Alicante por Ucrania es conseguir que, en el menor tiempo posible, se proceda a la escolarización de los niños de 0 a 3 años que llegan como refugiados del conflicto en Ucrania. Para conseguir este objetivo, y con la coordinación de Carmen Sendarrubias, directora de la escuela “La Mar salada”, se solicitó la colaboración de los Centros de Educación Infantil privados de la provincia de Alicante para ofrecer plazas a niños de preescolar.

Hasta este momento, el proyecto ha conseguido la colaboración de 21 Escuelas Infantiles en la provincia de Alicante, que han puesto a disposición de la plataforma ciudadana un total de 64 plazas gratuitas para los niños que llegan huyendo de la guerra, algunas de estas plazas para lo que resta de curso y algunas otras para las escuelas de verano. En concreto, se han sumado escuelas de los municipios de Alfaz del Pi, Alicante, Alicante (Playa de San Juan), Almoradí, Elche, Gata de Gorgos, Ibi, Jávea, Petrer, Pilar de la Horadada, San Juan, Sax y Villajoyosa.

“Hablamos de pequeñas empresas para las que esta faceta solidaria supone un esfuerzo importante, por lo que agradecemos muchísimo su generosidad y solidaridad con estos pequeños y sus madres”, comenta Carmen Sendarrubias. Para la coordinadora de este proyecto, “consideramos que es muy conveniente para estos niños estar en un entorno afectuoso y estimulante con otros niños. Normalmente, en la adaptación de estos pequeños el idioma no es un escollo importante, comprenden muy bien la comunicación no verbal y se integran bien en los hábitos y rutinas de las escuelas”.

Actualmente, doce niños están asistiendo a estos Centros. “En concreto, a la escuela ‘La Mar Salada’ vienen un niño y una niña que se han adaptado muy bien. Para nosotros, que somos profesionales muy vocacionales y comprometidos con nuestro trabajo, poder compartir nuestro día a día con los niños y verles felices es la mayor recompensa”, asegura Sendarrubias.

Esta escolarización tiene otro efecto positivo y es que “las madres pueden disponer de un tiempo para aprender español o intentar incorporarse al mundo laboral”, explica la coordinadora del proyecto. Pero su trabajo no se queda aquí, porque “seguimos contactando con más escuelas, intentando ofertar plazas en lugares próximos a las zonas donde viven estos niños”, explica esperanzada Carmen.

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