ALICANTE. Con una sonrisa de oreja a oreja, escondida tras su mascarilla, se fueron a casa el millar de aficionados que asistió el Hércules-Atzeneta.
No veían ganar a su equipo en el Rico Pérez desde hacía 371 días, el lapso de tiempo transcurrido desde el triunfo contra el Ebro de la novena jornada del curso 2019/20 (encuentro en el que el árbitro fue también Luis Fernando Collado López).
Un año y seis días marcados por las derrotas y la pandemia de Covid-19 parecieron quedar atrás de un plumazo con el tanto de Manu Garrido en el añadido. La acción, con el meta del Atzeneta como coprotagonista, hizo salir del área técnica al propio David Cubillo que se fundió en un abrazo con el delantero madrileño y el resto de jugadores.
Nueva normalidad que en nada puede ser antigua
El de este domingo fue el primer encuentro oficial del Hércules en la nueva normalidad: con aforo reducido, entradas nominativas, toma de temperatura, gel hidroalcohólico y distancia social. El no poder fumar muchos los disculparon como minutos antes también aceptaron con resignación las colas que se formaron a las puertas del estadio. Está por ver no solo que se admita por Salud Pública un aforo mayor, también que vuelva a haber público en un partido en el coliseo blanquiazul en los próximos meses teniendo en cuenta que unas horas antes de que echara el balón a rodar se había vuelto a declarar el estado de alarma precisamente por culpa de la evolución negativa de la pandemia.
El 'streaming'
Al aficionado blanquiazul siempre le quedará el 'streaming' que este domingo falló varias veces pero no tanto como muchos pronosticaban: en un par de ocasiones durante el primer tiempo, en el descanso y también en la segunda mitad se perdió la señal. Lo anterior ocurrió una vez se superaron los 1.200 pinchazos. También se averió una de las cuatro cámaras empleadas en una retransmisión que sufrió durante los primeros minutos del partido que se hubieran encendido solo unos focos de las torres de iluminación. Si se pulen esos detalles y el precio no se desmadra, puede ser la solución.
El próximo domingo (12 horas), en el Antonio Puchades ante el Valencia Mestalla se jugará a puerta cerrada. Si finalmente no hay televisión, aunque sea una retransmisión por internet, se echará de menos.