Una reflexión más

Hoy día 25 de julio, día del patrón de España Santiago Apóstol los análisis siguen y seguirán sobre los resultados de las elecciones. Hemos votado o no, con absoluta conciencia de nuestros actos y de nuestros votos y ahora están los análisis de los resultados.

Me llama la atención la importancia que se le está dando a un partido, golpista, supremacista, corrupto como el del líder de la república de los ocho segundos. Hay cuatro partidos que han obtenido del orden de 21 millones de votos. El ganador de la elecciones, el PP, 136 diputados (de momento). El segundo, el PSOE, 122 diputados (de momento). El tercero Vox, 33 diputados. Y por último Sumar, con 31 diputados. Los partidos Vox y Sumar, perdiendo 19 y 7, respectivamente. Nuestro Congreso de los Diputados está formado por 350 escaños. La suma de estos cuatro partidos con sus diferencias es de 322 escaños, hasta 350 haciendo una simple resta es de 28 escaños. Los medios intentan convencernos de que todo depende del partido golpista, corrupto y supremacista que declaró la republica de los ocho segundos.

La política es el arte de llegar a acuerdos con todo el mundo, incluso con aquellos con los que no te sentarías en tu vida personal ni a beber un vaso de agua. Lo demás seria confraternizar y les aseguro que sería imposible por mi parte. Desde mi punto de vista entre estos cuatro partidos hay más en común de lo que quisieran sus componentes. Aquí entra más los egos, las ambiciones personales que la visión de Estado para llegar a acuerdos importantes de país. 

No me quiero desviar más de mi objetivo, que es que creo que existe una posibilidad de formar gobierno sin que entren cualquiera de esos 28 escaños de partidos que tienen otros interés más regionalistas que de nación. Feijóo debe intentar formar gobierno, porque su partido ha sido el más votado y el que más votos y escaños ha sacado. Debe llamar al resto de los tres grandes. El caso del PNV es de un cinismo estruendoso. Dicen que no porque está Vox. Pues habría que recordarle su pasado, cuando miraban para otro lado cuando ETA asesinaba, y como decía su líder "unos mueven el árbol y nosotros recogemos sus frutos". La actitud de ese partido es exactamente como la líder de los ocho segundos, cínica y cobarde. El líder del PP es alguien dispuesto a dialogar dentro evidentemente de unos parámetros. Si la función de la política es de tender puentes para llegar a consensos, creo que Feijóo se adapta a ello perfectamente.

Si el líder de un golpe de estado, si el líder de unos supremacistas, si el líder huido tiene en sus manos nuestro futuro, entonces es que hemos bajado mucho el listón en nuestro país. No diré aquello de que nos merecemos lo que nos pase, pero será poco lo que nos pase. Para terminar, alguien podrá decir que es "buenismo". Puede ser, pero es lo que nos hace falta. Por ello no cejo en mi empeño de decir que hay que buscar puentes y llegar a consensos. Lucía Méndez decía en un tuit ayer que le sorprendía que políticos y periodistas que han insultado a Sánchez de todas las formas posibles le pidan que ahora se entienda con Feijóo. Pues es el momento, si se cree en la política, es el momento de tragar saliva y tener altura de miras. Si no, eres uno más o menos.

Antonio Manresa