ALICANTE. ¡Alerta AMBER! Niño desaparecido la noche de San Juan. La Calella de Palafrugell, en la Costa Brava, es el escenario donde se pierde Biel, un niño de dos años que deja muchos interrogantes y a una familia desencajada. Con esa trama arranca David Olivas su novela El susurro del ángel (editorial Plaza & Janés), que presentó en la Casa del Libro de Alicante el pasado martes 21 de junio. Se trata de un thriller que "no solo cuenta la desaparición del niño, sino cómo vive una familia un suceso tan traumático como este. Quería hacer una novela por y para las madres, pero también para todo el mundo, porque entra en juego el papel del hermano -que se siente culpable por haberse despistado y haber perdido de vista a Biel-, habla de esos abuelos que no saben si van a volver a ver a su nieto antes de morir...", adelanta el escritor unas pinceladas de lo que se puede leer en la obra.
Una noche de San Juan en la Calella de Palafrugell, en la Costa Brava, y una noche de San Juan tres años después en Alicante. En la primera, desaparece Biel; en la segunda, aparece la investigadora de la Unidad Nacional de Inteligencia Eva Ayala, quien "descubre a esos padres pidiendo que se vuelva a investigar el caso". Así, Isabel (la madre de Biel) y Eva son dos madres que se cruzan en el camino, dándole notable importancia a la maternidad. "Quiero contar la historia de cómo una madre va a pelear hasta el último día de su vida por conocer la verdad acerca de lo que le ha ocurrido a su hijo", expone la intención.
Para ello, el joven escritor ha estado en contacto con varios agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra que le han echado un cable en cuanto a términos policiales y, además, ha buceado en casos reales de desapariciones en España, como el de Gabriel o Julen. "Tuve que acceder a ellos para conocer cómo es el proceso de investigación en un caso de desaparecidos en este país, sobre todo tratándose de niños tan pequeños". Una investigación que también le ayudó a "conocer, sin caer en lo típico, cómo es el dolor de una madre en esta situación".
Además del proceso de documentación, Olivas escribió parte de la novela en el propio pueblo de Calella de Palafrugell, viviendo allí alrededor de un mes y medio, "lo que hace que la narración sea más creíble, porque esas calles, casas y rincones de los que se hablan en la novela existen". La segunda localización de la novela, Alicante, es una ubicación que el autor conoce bien; pese a ser natural de Albacete, tiene una fuerte vinculación con esta ciudad: "Mi hermana vive allí y cuando estoy nervioso por algún proyecto voy a verla y paseamos por la playa de San Juan, que me transmite mucha tranquilidad. El susurro del ángel quería ser una novela cercana al mar", justifica.
Publicada el 19 de mayo, Olivas cuenta que respiró cuando comenzaron a llegar las primeras reseñas de que el libro estaba gustando mucho. Y es que su anterior novela, El vuelo de la mariposa, alcanzó las ocho ediciones y venía respaldada por autores y autoras como Roy Galán, Rayden, Javier Ruescas, Màxim Huerta o Curro Cañete. En esta ocasión, ha sido Elvira Sastre quien ha dedicado unas buenas palabras a la obra del albaceteño.
El vuelo de la mariposa y El susurro del ángel comparten el componente familiar, aunque en esta última el thriller está más presente. "La primera es una novela familiar porque la protagonista, Julia, después de perder a su pareja en los atentados de París, decide refugiarse en la familia. Por su parte, la segunda novela habla de la familia en el sentido de buscar refugio cuando nos sentimos perdidos. Yo escribo historias en las que hacemos un viaje con las protagonistas, que encontramos sin rumbo fijo al principio, pero que, poco a poco, vamos viendo una reconstrucción", explica.
En cuanto a referentes, Olivas menciona a Daniel Sánchez Arévalo y Sally Rooney, aunque a quien da mayores créditos es a Carlos Ruiz Zafón. "Es mi máximo referentes, he leído todo de él. Recuerdo ir a comprarme Marina, que fue la novela con la que le descubrí, a la librería de Albacete a la que ahora voy a firmar mis libros", menciona con gracia el giro de los acontecimientos. De hecho, este gusto personal se ve reflejado en El vuelo de la mariposa, donde la protagonista tiene en su mesita de noche Marina. "Intento dejar siempre huella de lo que ha hecho que yo esté ahora escribiendo, como mi profesora de lengua en el instituto o autores y autoras que me han servido de inspiración".