socialmente inquieto / OPINIÓN

Un repique de campana, enigma antiterrorista

30/01/2023 - 

Le habían perdido la pista. Se les había escabullido delante de sus narices. Algo había fallado, lo cierto era que el trabajo de años se había esfumado en un instante. Lo peor era la incertidumbre que producía, no conocían sus intenciones. Podía pasar desapercibido en su propia comunidad y volver a su tierra después de un tiempo como si nada hubiera pasado, o podía crear una alarma social de consecuencias insospechadas.

Sus perseguidores se mueven en un terreno ajeno al común de los ciudadanos pero que despierta mucho interés. Es un mundo donde el espionaje, la información, a veces la diplomacia, junto con la valoración de los diferentes escenarios donde se pueden producir acciones violentas, son protagonistas de un incierto devenir social.

Podemos imaginar lo que ocurre en esas circunstancias por escenas del cine como las películas de Misión Imposible protagonizadas por Tom Cruise; o de la literatura a través de John Le Carré o Arturo Pérez Reverte. También por quienes como Fernando Rueda han indagado sobre los servicios de espionaje español del Cesid o del ahora CNI. Y con esos trabajos, podemos hacernos una idea de lo que realizan esos servicios especiales.

Dedican muchas horas de vigilancia, de escuchas telefónicas, de seguimiento, de análisis, de observar esos detalles que para la mayoría nos parecerían intrascendentes pero que para los expertos antiterroristas son grandes fuentes de información.

Un día ocurrió una casualidad fruto de un esmerado trabajo de campo. Escucharon su voz en una escucha telefónica. Tenían que analizar lo que decía. Se escuchaba una melodía que les daría la pista definitiva para localizarlo y todo volvería al principio, a la vigilancia, al seguimiento y a la detención, en su caso, del presunto terrorista. Aunque no fue tarea fácil llegar a eso. Ahora se lo cuento.

Nos remontamos a diciembre del 2000 en la que la policía alemana había desarticulado en Frankfurt el comando terrorista Meliani. De ese cerco policial escaparon cuatro terroristas, entre ellos el argelino Mohamed Bensakhria, entonces supuesto lugarteniente de Bin laden. Desde ese día se convirtió en la persona más buscada por todas las policías del mundo.

Por orden de un juez, la policía alemana pinchó los teléfonos  de diversos líderes musulmanes. En una de esas conversaciones escucharon  la voz de Bensakhria. En esa conversación no mencionaba en que ciudad  residía, pero nombró en reiteradas ocasiones las palabras “Olimpia” y  “San Francisco”. Se pensó en la preparación de un atentado en esa ciudad  estadounidense y se alertaron a las autoridades de esa población  norteamericana. Sería una pista falsa, ya verá. A su vez, en esa  grabación se escuchaba un toque de campana.

Todos los servicios  secretos occidentales estaban en alerta. Compartieron esa grabación  entre ellos, además de con las diferentes policías europeas. Nadie  interpretaba el sentido de las dos palabras citadas, ni el origen de esa  melodía. Cuando la audición llegó a Madrid, las Fuerzas y Cuerpos de  Seguridad del Estado español escucharon con detalle los sonidos de la  grabación para intentar determinar una pista que los llevara a localizar  su ubicación.

Fue un policía nacional alicantino quien descubrió a  qué correspondía esa música. Tenía motivos para reconocerla. Ya tenían  localizada la ciudad donde se había hecho esa llamada telefónica. La  búsqueda se reducía, podría ser más fácil acotar determinadas zonas,  descubrir al presunto delincuente y detenerlo. Todo desde el sigilo y la  discreción. para no levantar sospechas y que se esfumara de nuevo.

La  melodía no procedía de una iglesia, como se había pensado inicialmente.  Reproducía una parte del himno de Alicante que sonaba desde la campana  de la torre del reloj del Ayuntamiento de la capital alicantina. A mismo  tiempo, determinaron que Olimpia era una Pensión que estaba en la calle  San Francisco popularmente llamada de las setas. Con esta información,  la policía nacional se presentó con cautela en esa pensión y detuvo a  Bensakhria.

Ese día fue el 22 de junio de 2001, la ciudad estaba  inmersa en sus fiestas mayores de las Hogueras de San Juan, totalmente  ajena a esa presunta amenaza terrorista.

Las declaraciones del  entonces Ministro del Interior, Mariano Rajoy, no dejaba lugar a dudas  de la importancia de esta acción policial al manifestar que “se trataba  del terrorista islamista más buscado de Europa”. De esta noticia se hizo  eco el periódico ABC el 26 de agosto de 2010 porque un vecino denunció a  la Corporación Municipal, y a la Alcaldesa Sonia Castedo, para evitar  que sonara el himno de Alicante a todas horas por el repique de campana  de la torre del reloj del Ayuntamiento de la capital alicantina, ese  sonido que había dado la pista para detener a Bensakhria.

Hace  unos días, ha habido un presunto atentado terrorista en Algeciras por un  musulmán que entró en dos iglesias cristianas con un machete de grandes  dimensiones con el resultado de un muerto y un herido grave.

De  este suceso, JuanMa Moreno (PP), Presidente de la Junta de Andalucía, ha  afirmado que “la intolerancia nunca tendrá cabida en nuestra sociedad”.  A su vez, Juan Espadas – Secretario General del PSOE en esa Comunidad  Autónoma – ha dicho que “tenemos que estar unidos para luchar contra la  violencia y la intolerancia. Trabajemos por la convivencia y el  respeto”. Pues eso.

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