Un incidente en la restauración de Luceros provoca daños en las vidrieras de la estación de tranvía

ALICANTE. Un incidente desencadenado durante el desarrollo de los trabajos de restauración de la fuente de Luceros de Alicante provocó este martes daños en los cristales del lucernario que permite la penetración de luz solar en el vestíbulo de la estación del tranvía. El episodio se registró en torno a las 13:30 horas, cuando un camión que transportaba materiales relacionados con la recuperación del monumento, accedió hasta el espacio central de la plaza desde el extremo conectado con General Marvá. 

En ese momento, según confirmaron fuentes consultadas, el peso del vehículo provocó la ruptura de parte de las lamas de cristal situadas en la plaza, que llegaron a desprenderse sobre el vestíbulo de la estación, sin ocasionar daños personales. 

Además, el vehículo quedó encajado en el hueco dejado por el cristal desprendido, por lo que resultó necesaria la intervención de los efectivos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (Speis) para liberarlo. La intervención, además, forzó el cierre temporal del tráfico en la confluencia entre la plaza y Marvá. De igual modo, el personal de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), tuvo que cerrar provisionalmente el acceso peatonal hasta la estación desde Marvá, hasta que se retiraron los cristales y se despejó el riesgo de que se produjesen nuevos desprendimientos.

Fuentes consultadas por Alicante Plaza indicaron que, una vez solventada la incidencia, se estaría investigando las circunstancias en las que se produjo el suceso, ya que, según fuentes municipales, no se habría autorizado el acceso de vehículos al espacio central de la plaza durante la realización de los trabajos de restauración de la fuente. En esta línea, indicaron que el perímetro de la fuente permanecía vallado para impedir el acceso al monumento desde que se iniciaron las pruebas previas, a finales del mes de junio. De hecho, las vallas volvieron a reponerse tras el incidente.

Por último, las mismas fuentes indicaron que se preveía reparar los desperfectos ocasionados sobre el lucernario a la mayor brevedad posible, mientras se desentraña quién debía hacerse cargo de sus costes. Por lo pronto, otras fuentes indicaron que se había llegado a colocar tarimas metálicas para proteger las vidrieras durante la ejecución de las obras y que había sido el Ayuntamiento quien había pedido su retirada. No obstante, portavoces oficiales del Ayuntamiento negaron ese extremo al reiterar que no se había llegado a autorizar el acceso de vehículos al espacio central de la plaza.