ALICANTE (EP). Un nuevo análisis sugiere que el primer caso de COVID-19 surgió entre principios de octubre y mediados de noviembre de 2019 en China, con el 17 de noviembre como fecha más probable de origen, según publican los investigadores en la revista de acceso abierto 'PLOS Pathogens'.
Los orígenes de la actual pandemia de COVID-19 siguen sin estar claros. El primer caso oficialmente identificado se produjo a principios de diciembre de 2019. Sin embargo, las crecientes evidencias sugieren que el caso original puede haber surgido incluso antes.
Para ayudar a aclarar el momento del inicio de la pandemia, David Roberts, de la Universidad de Kent (Reino Unido), y sus colegas readaptaron un modelo matemático desarrollado originalmente por científicos de la conservación para determinar la fecha de extinción de una especie, basada en los avistamientos registrados de la especie.
Para este análisis, invirtieron el método para determinar la fecha en la que probablemente se originó el COVID-19, según el momento en que se produjeron algunos de los primeros casos conocidos en 203 países.
El análisis sugiere que el primer caso se produjo en China entre principios de octubre y mediados de noviembre de 2019. Lo más probable es que el primer caso surgiera el 17 de noviembre, y que la enfermedad se extendiera a nivel mundial en enero de 2020. Estos hallazgos apoyan la creciente evidencia de que la pandemia surgió antes y creció más rápidamente de lo que se acepta oficialmente.
El análisis también identificó cuándo es probable que COVID-19 se haya propagado a los primeros cinco países fuera de China, así como a otros continentes. Por ejemplo, estima que el primer caso fuera de China se produjo en Japón el 3 de enero de 2020, el primer caso en Europa se produjo en España el 12 de enero de 2020 y el primer caso en Norteamérica se produjo en Estados Unidos el 16 de enero de 2020.
Los investigadores señalan que su novedoso método podría aplicarse para comprender mejor la propagación de otras enfermedades infecciosas en el futuro. Mientras tanto, un mejor conocimiento de los orígenes de COVID-19 podría mejorar la comprensión de su continua propagación.
Roberts añade que "el método fue desarrollado originalmente por mí y un colega para datar extinciones, sin embargo, aquí lo utilizamos para datar el origen y la propagación de COVID-19. Esta novedosa aplicación en el campo de la epidemiología ofrece una nueva oportunidad para comprender la aparición y propagación de enfermedades, ya que sólo requiere una pequeña cantidad de datos", concluye.