ALICANTE. El enfermero Bernardo Fernández Martos ha diseñado una mascarilla facial con acceso para comer mediante unos utensilios (cuchara, tenedor y pajita para sorber) adaptados para reforzar la seguridad y evitar los contagios en espacios interiores.
Se trata de una solución ante situaciones críticas debido a las obligaciones impuestas por los gobiernos sobre el uso de mascarillas faciales para evitar la propagación del coronavirus. “Con esta mascarilla se garantiza el menor espacio de tiempo de contacto con el aire exterior, minimizando al máximo el riesgo de emisión o recepción de sustancias patógenas contenidas en el aire durante el proceso de alimentación” comenta Bernardo Fernández Martos, inventor de este tipo de mascarilla.
A pesar de que la vacunación sigue avanzando y la gravedad del virus en la sociedad se atenúa, la sociedad sigue sufriendo ciclos dispares de contagios masivos que determinan nuevas restricciones y afectan especialmente al sector de la restauración.
La clave de esta nueva solución radica en una mascarilla provista de un compartimento que permite la entrada y salida de los utensilios para comer y beber, incluidos en el mismo kit. La principal ventaja es que permite la alimentación con la mascarilla puesta para aquellas situaciones en las que es recomendado/obligatorio su uso para el aislamiento respiratorio.
Cabe destacar que no existen dispositivos similares al descrito, a pesar de la existencia en el mercado de distintos tipos de mascarillas faciales, puesto que ninguno aborda la solución a la problemática mediante el presente modelo de utilidad.
“El kit de mascarilla y utensilios para comer a través de ésta se constituye a partir de una mascarilla facial del mismo material que las convencionales del tipo FFP2 que crea una cámara entre la boca y la mascarilla, cuyo espacio interior está cerrado por un compartimento estanco de plástico, con dos aberturas, una anterior y otra posterior, disponiendo cada una de una compuerta, quedando siempre una abierta y otra cerrada de forma alternativa, a través de un mecanismo manual” asegura el inventor.
Los utensilios de plástico como la cuchara, el tenedor y la pajita de sorber se encuentran ligeramente modificados por el mango para acoplarse al compartimento y llevar el alimento a la boca con toda seguridad.
La invención, que ha superado todos los trámites requeridos y en breve obtendrá la patente nacional e internacional, se encuentra en búsqueda de empresas que quieran explotarla para desarrollo industrial (fabricación, homologación y posible comercialización).
