ELCHE. El Elche conmemora este martes el primer aniversario de su último ascenso a Primera División, logrado en el estadio de Montilivi de Girona, uno de los más extraños y sorprendentes de la historia del equipo ilicitano, que no era favorito, pero que superó todo tipo de obstáculos hasta lograr el éxito.
Un gol del delantero catalán Pere Milla en el descuento permitió al conjunto ilicitano superar al Girona (0-1), claro favorito, y certificar el regreso de la entidad a Primera seis años después, cuando el objetivo real al principio del curso era asegurar la permanencia de forma plácida.
El ascenso, logrado en plena pandemia, no pudo ser celebrado por la afición ilicitana como se merecía, ya que a de las restricciones sanitarias se unieron la imposibilidad de contar con público en los estadios.
Aquel equipo, hecho a imagen y semejanza de su entrenador, José Rojo 'Pacheta' fue derribando barreras deportivas –clasificación y eliminatorias con factor campo en contra- y extradeportivas –entrenamientos sin motivación y una reducción de salario durante la pandemia- hasta alcanzar la gloria final.
El Elche llegó a la fase de ascenso gracias una carambola que se produjo tres semanas después de que el equipo ilicitano finalizara su participación en la competición en la sexta plaza, aunque con un partido más que su rival directo.
El equipo necesitaba ganar al Oviedo y que el Deportivo de La Coruña, que se jugaba la permanencia, venciera al Fuenlabrada, equipo que le había arrebatado una semana antes al Elche una plaza de promoción de ascenso.
Sin embargo, el encuentro de Riazor no se pudo disputar por varios casos positivos en el equipo madrileño. El Elche cumplió y ganó (2-1), pero quedaba pendiente el partido del Fuenlabrada, que además se iba a enfrentar a un rival que conoció en esa jornada que ya estaba descendido.
El partido se demoró varias semanas y el Elche siguió entrenando, pero sin demasiada fe, ya que el Deportivo llegó a dar vacaciones a sus jugadores al dar la competición por finalizada.
Tras varias semanas de amenazas de plantes, denuncias y guerra de declaraciones entre los presidentes y jugadores de todos los equipos implicados, LaLiga decidió que el partido pendiente se disputara el 7 de agosto.
El Deportivo de La Coruña, sin apenas entrenamientos y herido en su orgullo, logró remontar al Fuenlabrada con dos goles de Claudio Beauvue en los últimos seis minutos, el segundo de penalti, y clasificar de forma indirecta al Elche para la promoción.
La clasificación para la fase de ascenso fue celebrada por todo lo alto por la plantilla, que comenzó a sentir que la suerte estaba de su lado.
En la primera eliminatoria se midió al Zaragoza, rival ante el que había perdido los dos partidos en Liga. Todo se puso cuesta arriba a los pocos minutos del duelo de ida, en el Martínez Valero, cuando el Elche perdió por expulsión a su delantero referente, el brasileño Jonathas de Jesús.
El Elche aguantó el empate para asestar el golpe definitivo en La Romareda, donde ganó con un gol su eterno capitán, Nino, a pocos minutos del final. El delantero y el portero Edgar Badía, que atajó un penalti, fueron los héroes de esa eliminatoria.
Sin tiempo para digerir la euforia llegaba el cruce definitivo ante el Girona, el gran favorito al ascenso, al que el Elche ya había ganado, sin embargo, en los dos partidos de la competición regular.
El conjunto de Pacheta repitió la fórmula. Aguantó el marcador inicial (0-0) en la ida para jugársela en la vuelta en Montilivi, donde estaba obligado a ganar.
El Girona, que no había perdido en 2020 en su campo, fue superior en la primera parte y rondó el gol, pero una acción aislada, en la segunda parte, cambió el destino del partido. El uruguayo Stuani, el mejor jugador del Girona, fue expulsado a instancias del VAR y el Elche entró en la fase final del partido con todo a favor.
Pero fue en el descuento, minuto 95, cuando un centro de Fidel fue rematado en el segundo palo por Pere Milla para anotar el único gol del partido y dejar sin ninguna capacidad de reacción al conjunto local.
La histórica alineación que logró la proeza, posiblemente la más inesperada de la historia de la entidad, fue la formada por Edgar Badia; Óscar, Gonzalo Verdú (Fidel, m.75), Dani Calvo, Josema, Juan Cruz; Iván Sánchez (Mfulu, m.93+), Ramon Folch (Escriche, m.65), Josan (Víctor Rodríguez, m.46); Jonathas (Pere Milla, m.52) y Nino.
"Nos lo fuimos creyendo y cada nuevo paso nos hacía sentirnos más fuertes", confesó Pacheta, gran artífice del éxito, a pesar de que pocos días después acabaría dejando el club.