MADRID. El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, es consciente de que la institución que preside tiene deudas pendientes con Elche -y eso que ha invertido este 2016 unos seis millones de euros- y que podría (o debería) hacer mucho más por la ciudad. Por eso, en la primera jornada de la Feria Internacional de Turismo, el pasado miércoles, Sánchez tuvo varios gestos hacia la ciudad de Elche, sobre todo, a raíz de la polémica generada por el vídeo promocional de la Costa Blanca, que al parecer ha obviado cualquier referencia a Elche y a Torrevieja.
Y este jueves, nada más llegar a Fitur, el presidente de la institución provincial, sabedor de que su mensaje podría tener reacciones con la visita del alcalde ilicitano, Carlos González y la concejala de Turismo, Mireia Mollà, lanzó otro mensaje, esta vez, vía twitter, expresando de nuevo su disposición al diálogo tras haber coincidido con ambos. Mollà, incluso, le respondió con las ironías del verde, que simboliza la ciudad de Elche. De los gritos hemos pasado a los guiños y ahora a los mimitos, que diría Carme Chacón.
César es la cara amable de la institución provincial. Todos destacaron que el encuentro fue muy cordial. Se guardaron las formas, como no podía ser de otra manera, ante tanta la gente. Pero en el fondo, los gestos de Sánchez sólo son un paño de caliente al déficit inversor e histórico que los socialistas consideran que la Diputación tiene con la segunda ciudad de la provincia y tercera de la Comunitat. La iniciativa del Ayuntamiento de Elche ha sido la de alegar contra los presupuestos de la institución por no haber participado en el fondo de cooperación municipal impulsado por la Generalitat, que le hubiera reportado unos 600.000 euros más.
Pero hay más, González ha reiterado en muchas ocasiones que la ciudad de Alicante ha sido sobrepremiada en cuanto a inversiones de la Diputación en todos los mandatos del PP, frente a Elche, "que considera indiscriminada". "Debería construir un auditorio en Elche", ha dicho en más de una ocasión el primer edil edil ilicitano.
La gran arma de la Diputación de Alicante para persuadir al actual equipo de gobierno de Elche ha sido el proyecto de la zona franca portuaria, que se instalaría, en gran parte, en suelo del término ilicitano, en la ampliación del Parque Empresarial. Pero ni González ni Mireia Mollà han mostrado entusiasmo por la iniciativa, que ha empezado a gestarse con los trabajos previos que está haciendo la consultora PriceWaterHouseCooper. Elche ya tiene un proyecto bandera y ese es del parque empresarial, modélico para todos. Lo que cual aboca a la Diputación de César Sánchez a otro esfuerzo para persuadir a Elche de que la zona franca es un proyecto fiable. Es decir, que le queda trabajo por hacer, más allá de sus buenas palabras ahora en Fitur y los encuentros cordiales en los que coincidan. En definitiva, la guerra está por venir.