ELCHE. Desde el mes pasado, la fiebre de Playmobil, los tan aclamados ‘clicks’ con los que tanta gente se ha (nos hemos) criado, han invadido la ciudad ilicitana. Concretamente la Sala Fundación Caja Mediterráneo de Elche. Se trata de una exposición con maquetas que suman un total de más de 100 metros cuadrados, una obligatoria visita no sólo para los más pequeños, también para los padres, madres y en definitiva, cualquiera que haya vivido su infancia junto a estos muñecos. Es una de las colecciones privadas más grandes del mundo y este fin de semana será el último para visitarla en Elche, algo que se puede hacer en media hora, después de las clásicas compras navideñas de última hora.
El barco pirata, la isla pirata, el Oeste, soldados, mercaderes e incluso políticos de hoy en día. Estos populares juguetes de manos cilíndricas creados por el grupo alemán Brandstäter en 1974 han acompañado a jóvenes y adultos a lo largo de las décadas, a modo no sólo de simples muñecos, también de imagen y semejanza de la cultura y la situación del momento. De esto último es un reflejo las colecciones que salen cada día, desde los ya famosos clicks de Mariano Rajoy o Pablo Iglesias, hasta los de Star Wars, pasando por Juego de Tronos, que se pueden ver en esta exposición a través del Muro.
Casualidades de la historia, en 1973, con la crisis del petróleo, la empresa decide que tiene que reducir el tamaño de sus juguetes y Hans Beck, ingeniero y jefe de desarrollo, lo hizo ideándolos a imagen y semejanza de cómo son los dibujos que hacen los niños: sonrisas, cabezas y ojos grandes sin narices y orejas. Et voilà. Acababa de crear una obra maestra de la juguetería, además, cabían en el bolsillo para que se los metieran allí. Había encontrado la cuadratura del círculo. Aquello se hizo exitoso a nivel mundial, y ahora forma parte de la cultura popular. ¿Alguien conoce a alguien que no sepa qué es un Playmobil?
Aquellos maravillosos muñecos de plástico tienen ahora su momento de protagonismo en Elche en esta exposición itinerante en la que tienen lugar escenas fantásticas, con dragones, criaturas malignas, elfos, magos y demás, más al estilo de Dragones y Mazmorras, y otras más actuales dentro de ese mundo de ciencia ficción, como el citado Muro de Juego de Tronos. Pero no sólo se puede ver esto, también una gran y trabajada escena navideña con transeúntes, circos, mercadillos típicos y un helicóptero que sobrevuela la población.
Aunque si hay alguna maqueta que destacar, además de la peculiaridad de la de Las Mil y Una Noches, con sus 40 ladrones, Aladdín, las cúpulas doradas de Bagdad, encantadores de serpientes y algún que otro faquir, esa es la del lejano Oeste americano. Quizá una de las colecciones más populares, la de indios, vaqueros y el far west, que cuenta con multitud de detalles —algo que caracteriza a la exposición—, como el robo a un banco, algún borrachuzo en el suelo hasta arriba de zarzaparrillas en el saloon y un no menos sorprendente ritual en el que se está sacrificando a una persona ante los dioses. En definitiva, una curiosa y detallada visita no sólo a esta trabajada colección, sino también a la propia juventud. No faltarán los comentarios de “yo tenía eso”. Click.
