Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. Que las fiestas navideñas son sagradas en España parece una afirmación bastante obvia. Al margen del factor simbólico y sentimental, también existe un componente económico más que relevante en estas semanas que conviene tener en cuenta. Más aún tras los casi dos años de irregularidad comercial que las empresas vienen sufriendo con la irrupción de la pandemia.
De hecho, este factor económico fue clave para que el Gobierno valenciano decidiera, el pasado año, no aplicar restricciones demasiado duras las navidades anteriores con las consabidas consecuencias: tercera ola con récord de incidencia acumulada a 14 días (27 de enero, 1.459 casos por cada 100.000 habitantes), jornadas con 10.000 positivos y, en febrero, un centenar de fallecidos diarios durante casi una semana.
La situación es distinta ahora, viene insistiendo tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como la consellera de Sanidad, Ana Barceló. Pese a que los datos de transmisión son muy altos, los registros de presión hospitalaria son más bajos debido a que el 90% de los valencianos tiene inoculada la pauta completa de la vacuna.
Pese a la creciente tensión asistencial, no está previsto que la Conselleria de Sanidad facilite datos sobre ingresos hospitalarios ni sobre ocupación de camas de críticos en estos tres días, por lo que habrá que esperar hasta el lunes 27 para conocer cómo se ha comportado la pandemia en un momento crucial de la quinta ola -considerada la sexta ola en España-.
Por otro lado, tal y como informó el diario Levante-EMV, los centros de salud tampoco abrieron sus puertas este viernes ni lo harán hasta el lunes, cuando se iniciará además un horario semivacacional en el que la apertura será solo de mañanas.
En las últimas semanas, las colas en los ambulatorios han sido constantes debido a la creciente demanda en las consultas de atención primaria y la solicitud de pruebas PCR para atender el virus. Tal y como informó este diario, la Comunitat Valenciana es la tercera región que menos test está realizando de media en España y se sitúa también tercera en la tasa de positividad (19,2%: es decir, que la circulación del virus podría ser más alta de lo que la marca la incidencia de 813 casos por cada 100.000 habitantes registrada este jueves.
