Tres peores

ELCHE. Que, sobre el papel, el Elche estaba destinado a sufrir por la permanencia se ha recalcado desde antes de que se iniciara la Liga. Tras 23 jornadas, ese vaticinio se va cumpliendo. Pero a pesar de sus limitaciones, hay que valorar que sólo ha estado una semana en descenso desde mediados de octubre. En los últimos meses, se ha mantenido fuera de la zona roja, a pesar de sus malas rachas. ¿Por qué? Aunque suene mal, en gran parte por demérito de sus rivales directos. Es mi visión. E igual parece un pensamiento conformista y es un arma de doble filo, pero a mí me vale.

Por mucho que un sector del entorno pueda verlo 'negro', aquí lo que importa es que haya mínimo tres equipos (eran cuatro hasta la expulsión del Reus) por debajo de los franjiverdes en la clasificación cuando acabe la competición. De momento, hay más de tres. Y cuando finalice la próxima jornada, habrá uno más, ya que el Elche sumará tres puntos sin jugar. 

Yo no soy adivino, y sé que con este texto voy a ser 'carne' de maldita hemeroteca si el equipo ilicitano baja a Segunda B. Pero con sinceridad, yo sigo mucho la categoría y me cuesta pensar que descenderá en esta 'carrera de cojos'. Todavía quedan varios meses de un campeonato largo y arduo, pero ya tiene que empeorar el equipo ilicitano y mejorar los Nàstic, Córdoba, Extremadura y Rayo Majadahonda, e incluso meto al Lugo, para superarle. Aquí las bajas por lesiones y los numerosos movimientos del mercado invernal (la baja de Sory es importantísima) pueden jugar un peso capital.   

Buena parte de la afición del Elche ha entendido que esta campaña toca padecer por eludir la vuelta al 'infierno'. Un objetivo asumido con resignación, por la exigencia que debería tener este club en Segunda. Y después de haber vivido la Primera hace tan poco tiempo y la manera con la que la abandonó. Esta temporada puede marcar el futuro a medio y largo plazo del conjunto ilicitano. "Si nos salvamos, este club será muchísimo mejor la temporada que viene", ha subrayado Pacheta. Aquí lo que importa es salvarse. Aunque sea por demérito de los demás. De momento, el objetivo se cumple.