Solicitan otros seis meses para poder presentar sus ofertas ante la complejidad de las exigencias: avales para cubrir la deuda con el Puerto y para garantizar el nuevo plan de explotación, además de gestiones administrativas con Puertos del Estado. La administración concursal modula sus pretensiones y plantea al juez una prórroga de la subasta sólo hasta febrero
ALICANTE. El posible reflote del centro comercial Panoramis con un nuevo gestor que impulse un nuevo plan de negocio queda abocado casi de forma irremediable al aplazamiento. Los inversores interesados en asumir su explotación han presentado una solicitud ante el administrador concursal de su hasta ahora concesionaria, Marina de Poniente SA, para que se amplíe el plazo en el que poder acudir a la convocatoria de subasta en otros seis meses, dada la complejidad de los requisitos exigidos para presentar sus ofertas.
Como adelantó Alicante Plaza, la fecha límite para pujar se cerraba este jueves, 1 de diciembre. Sin embargo, todo apunta a que el Juzgado de lo Mercantil que tutela la liquidación de la sociedad atenderá la petición de los posibles licitadores, modulada y rebajada a sólo dos meses por el administrador concursal, y acabará concediendo esa extensión de plazo, bajo las mismas condiciones. Es decir, salvo el hipotético caso de que algún acreedor se oponga (lo normal es que se apueste por flexibilizar la subasta con expectativas de cubrir deudas), es más que probable que cualquiera que pretenda asumir las riendas del complejo, situado (literalmente) en pleno muelle de Poniente, pueda presentar sus credenciales para hacerlo hasta principios del mes de febrero.
Hasta ahora, el escenario ha cambiado por lo que respecta a la cifra de interesados confirmados. Como publicó este diario, hasta cuatro grupos empresariales habían mantenido contactos tanto con la Autoridad Portuaria (titular del inmueble) como con la administración concursal con la intención de presentar oferta. No obstante, sólo tres de ellos han llegado a firmar compromisos de confidencialidad para tener acceso al estado de cuentas de Marina de Poniente y serían los que continúan interesados en acudir a la puja.
Según las fuentes consultadas, se trata de tres grupos inversores de carácter internacional, sin ninguna vinculación o ramificación posible con los socios de Marina de Poniente, y de probada solvencia. Eso sí, los tres habrían coincidido en requerir más tiempo para completar los términos de su oferta, en la medida en que se habrían introducido exigencias como la presentación de un aval para cubrir la deuda de algo más de un millón de euros que Marina de Poniente mantiene con la Autoridad Portuaria (acreedor privilegiado) en concepto de tasas y de otra segunda garantía sobre la explotación del complejo en sí misma.
MARINA DE PONIENTE ADEUDA ALGO MÁS DE UN MILLÓN EN TASAS AL PUERTO Y OTROS 3,2 EN CRÉDITOS HIPOTECARIOS
Según las mismas fuentes, se trata de dos requisitos que implican gestiones financieras por dos sumas considerables y para nada inmediatas. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, además, el comprador de la unidad de negocio (la concesión y los arrendamientos de los locales preexistentes) deberá asumir un plan de inversión con mejoras en la infraestructura por más de 1,6 millones (una condición prevista en el expediente de ampliación del plazo de concesión por otros 12 años -hasta 2040-, iniciado por Marina de Poniente al entrar en concurso, al que el nuevo gestor quedaría ligado ahora), y si se considera que, también deberá hacer frente al resto de deudas contraídas por la sociedad: otros 3,2 millones en créditos hipotecarios suscritos con Sabadell, Banco Castilla-La Mancha, Banco Marenostrum, EBN Banco de Negocios, Ibercaja Banco y Liberbank (acreedores principales). Todo, sin contar con el resto de deuda regulada por convenio con los acreedores ordinarios que, en todo caso, será la última en satisfacerse, en el supuesto de que la subasta se cerrase por una cifra suficiente.
Además de esos trámites financieros, se añaden otros de índole administrativa. Los licitadores también deberán aportar la documentación necesaria para acreditar que se ajustan a los preceptos de la Ley de Contratos Públicos y que, por tanto, están capacitados para asumir la concesión. Según las fuentes consultadas, ello requiere del visto bueno de Puertos del Estado e, igualmente, conlleva ciertos plazos.
El centro comercial Panoramis abrió sus puertas en 2002 y, desde su inicio, estuvo gestionado por Marina de Poniente: una sociedad creada en 1996 por Enrique Ortiz e Hijos (ahora Cívica), SuBús (ahora Vectalia) y la constructora Borjaber SL. La empresa entró en concurso voluntario de acreedores en 2012 y, al no cumplir el convenio, entró en fase de liquidación en 2014. Para entonces, Vectalia ya había vendido sus participaciones en la sociedad. El complejo cuenta con 53 locales (incluidos aparcamiento y cines) y una plantilla de 13 empleados. La unidad de negocio (básicamente, la concesión) se ha llegado a valorar en unos 1,8 millones.