Instalaciones para el río Segura en Orihuela. Foto: RAFA MOLINAORIHUELA. Tres empresas unidas en una UTE serán las responsables de la limpieza y desinfección de los canales de la Mancomunidad de Canales del Taibilla para la zona de Orihuela y de toda la Vega Baja. Las firmas son Ibarra Lorca, una empresa lorquina dedicada a la venta y servicios para la agricultura, Consbelmur, una firma de construcción de Benferri y Sidream, una compañía sita en Cartagena, que se dedica a la limpieza y desinfección de edificios y otras instalaciones.
La limpieza de estas instalaciones salieron a licitación hace más de un año. Y es que la mancomunidad sacó el pliego de condiciones en octubre de 2017 pero no fue hasta abril de 2018 cuando se adjudicó el contrato y, meses después, acabando el año, su formalización. El contrato es de doce meses, prorrogable por otros tantos meses.Por algo más de 110.000 euros, la UTE mejoró la oferta de licitación, que superaba los 137.000 euros.
Específicamente, las firmas se dedicarán a la limpieza y revisión de infraestructuras hidráulicas para la prevención y control de la legionelosis en las potabilizadoras de la mancomunidad.
En Orihuela y también en Alicante, quienes gestionan los canales del Taibilla tienen un total de 54 depósitos operativos actualmente con capacidades comprendidas entre los 25 y 130.000 metros cúbicos. En estas zonas de explotación los depósitos se deben limpiar y desinfectar para mantener una adecuada conservación de los mismos, evitar deterioros y mantener la instalación en buenas condiciones.
Los trabajos a realizar consistirán en el aseo del vaso del depósito, y todas las edificaciones existentes en cada instalación, así como de sus elementos electromecánicos e instrumentación. Las actuaciones de limpieza general se realizan dos veces al año y la del vaso de los depósitos se lleva a cabo de manera anual.
Entre los medios materiales que las empresas deben asegurar están los de limpieza general, aspiradoras, grupos electrógenos portátiles, detector de gases para verificar el oxígeno, cloro o monóxido de carbono. Además demandan un grupo de limpieza con agua a presión, extractor para la renovación del aire o bombas de achique de agua.
Además, las empresas contarán con unas instalaciones que sirvan de taller almacén de una superficie mínima de 100 metros y dos furgonetas de carga de capacidad mínima de 600 kilogramos.
La limpieza se llevará a cabo en tres fases.En la primera de ellas, la básica, se limpiarán, sin agua a presión tanto interiores como exteriores, eliminando polvo, suciedad o manchas. También se limpiarán a fondo los suelos, el foso de la bomba de achique y se recogerán posibles residuos acumulados en las instalaciones. Luego se vaciarán los depósitos, a través de la tubería de salida, y sus aguas serán conducidas a las instalaciones pertinentes. Los depósitos cuentan casi todos con dos vasos simétricos en su interior y concluidas las labores de limpieza y desinfección de unos, se comenzarán con las labores de vaciado del otro vaso. La razón: para que el depósito paralelo actúe como reserva para poder seguir dando el servicio de agua.
La limpieza es la segunda fase y contiene varias operaciones: el cepillado de la solera y, cuando haya poca agua, la limpieza de paredes, pilares y techos del depósito con la hidrolimpiadora. Con la solera totalmente limpia llega la fase de desinfección, donde se proyectará agua a presión hiperclorada con las válvulas de fondo cerradas.Después se enjuagará la zona y se liberará el agua sucia, siempre que el cloro no supere los límites saludables.
El Ministerio de Medio Ambiente realizó en 2017 obras de emergencia para incrementar el uso de las desaladoras de San Pedro del Pinatar y Torrevieja que aportan su producción a la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. Entonces se midieron desde mejoras de la regulación de los canales, conectando sus ramales a los sistemas de agua desalada; ampliaciones en la capacidad de transporte, o prolongaciones de conexiones existentes.
