TORREVIEJA. El Ayuntamiento de Torrevieja ha adjudicado a Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas la puesta en marcha del que será el primer radar fijo de la ciudad por un importe de 56.991 euros, IVA incluido. La oferta de la mercantil mejora así ligeramente el precio de licitación, que ascendía a 60.000 euros y se impone a las presentadas por Tradesegur S.A. y Sustainable Inteligent Transportation System S. L. U. Es la oferta más económica de las tres que se han presentado, y también la mejor valorada en los criterios técnicos al ofrecer varias mejoras. El contrato inicial pasaba por la instalación de un cinemómetro (el radar propiamente dicho) y dos cabinas poste para el soporte del equipo radar, que cambiaría de ubicación hasta cuatro veces al año. No obstante, la adjudicataria presentó como mejora la realización, por su parte, de la obra civil necesaria para instalar el equipo radar en la vía pública y otros cuatro cambios extra.
Esta instalación constará de la base y cimentación de la cabina así como de las canalizaciones, cableado y conducciones para la instalación de acometida eléctrica. Además, la empresa ha ofertado la instalación de un poste extra y otros cuatro cambios de ubicación del radar con respecto a los cuatro exigidos en el pliego. Así, habrá hasta 3 puntos de radar fijo pero solo un cinemómetro, que irá cambiando de ubicación a lo largo del año según las necesidades. Lo que no especifica el pliego es la ubicación de las cabinas, si bien el equipo de Gobierno ya barajó varias ubicaciones cuando el contrato salió a licitación el pasado mes de abril, como la avenida Cartes Valencianas o Desiderio Rodriguez.
En cuanto a las características del radar deberá tener capacidad para detectar los vehículos que circulan por el área de control, determinar con total precisión el carril por el que circulan y medir la velocidad de cada vehículo, disparando su cámara fotográfica en caso de que la velocidad media sobrepase el límite preestablecido. En ese caso, se tomará la imagen del vehículo junto con la medición de la velocidad, el carril por el que circula y otros datos, quedando registrado en un archivo digital encriptado y a prueba de falsificaciones. También deberá detectar la velocidad en un rango de entre 20 y 320 km/h y tiene capacidad para controlar simultáneamente hasta seis carriles en ambos sentidos. Además tendrá que determinar el carril por el que circula el infractor incluso si aparecen varios vehículos en la imagen.
El objetivo de la instalación de los radares pasa por la reducción de los accidentes y la gravedad de estos, y la disminución de la contaminación. Según los datos que recoge el pliego y cogidos de un estudio de la Dirección General de Tráfico para justificar la idoneidad de contar con este dispositivo, señala que las probabilidades de que un peatón fallezca por atropello es del 45% si el vehículo circula a 40 km/h. Sin embargo, si el coche que circula a 30 km/h la probabilidad de que la persona atropellada fallezca se reduce hasta el 5 %