ALICANTE. A Carlos Mazón nos los presentan como si fuera el president de la Generalitat. Pero no lo es. Todavía no ha sido elegido por los ciudadanos. Y que uno sepa Isabel Bonig sigue viva. Y coleando. Quizás hasta el 4M. Cada cosa a su tiempo. En su imparable ascensión a los cielos del Palau, Mazón está aupado por una prensa provincial cada vez más supervitaminada y promocionada. A sueldo la pieza. Que nos matraquea con una narración de éxito personal inspirado en un encantador de serpientes: Eduardo Zaplana. Que, creo, le perjudica mas que favorece. Un servidor que le trata y -Ai mare el que acabe de escriure!- conoce, lo presiente de otra madera. El relato y la escritura bíblica es desafortunada, viejuna, radioactiva y provinciana. Vivir en Alicante es sobrematar en un paraíso sideral rodeado de ratas. Especialmente por el norte. El agravio, el enfrentamiento y el conflicto real o inventado es efectista y populista pero no suficiente para hacer una política propositiva en mayúsculas. Además de manosear y utilizar el victimismo y la consigna virtuosamente, después hay que gestionar imaginando, dando soluciones. Cantemos al amor de nuestros amores. Doctores tiene la Santa Iglesia Mazonista. Los Oscar se entregan esta noche.
Otra vez se está reviscolant la batalla del agua como instrumento contra el Botànic. Es igual lo que hagan o digan Antonia Moreno o el Secretario Autonómico de Agricultura, Roger Llanes. San Antón o la Purísima Concepción. El objetivo es otro. Y lo mas empalmante y divertido es que el furor uterino del alicantonismo se olvida justo cuando se pisa moqueta, cuando se entra con mando o no en el cap i casal. Lo hemos sufrido ya muchísimas veces. La solución del agua es compleja y se llama consenso. Diálogo. Así lo predica en el desierto, nunca mejor escrito, Ximo Puig. Luego están los tribunales. Que es lo con que amenazó dulce y exactamente Mónica Oltra. Y lo que practica con fruición Gerard Fullana que amb la seua aixà, nenas, está revolucionando el Tribunal de Cuentas y el concepto de acción política en el Sur del Sur. Enric Morera, división de opiniones en el ruedo eternal del Bloc y Compromís, se postula para alcalde de València. Francisco Camps, el séptimo sello, después de verse con Mazón, también. María José Catalá espera ¡felicidades! una nana y propone el nombramiento de Rita Barberá como “Alcaldesa Perpetua”. Recemos con Monseñor Cañizares por la Super Liga de Florentino Pérez, el Goya incorrupto de Esperanza Aguirre, el ecónomo del Obispado Orihuela-Alicante y el Jaguar de Carlos Fabra. La revolución de los ricos. Siempre alguien hay que va con un cepillo de dientes a limpiar, así, a pelo, la fuente de los Luceros. Amén.
Temporada de clòtxines. Sí, Rocío Monasterio rompe la campaña madrileña desnudando la complicidad inaceptable de esa blanqueadora de sepulcros y barra libre que es el alma de Díaz Ayuso. A Aznar la cosa se le desmandado: justo lo que quería. La derecha europea lo tiene claro: nunca dentro. Democracia o fascismo. Frenemos el discurso del odio. No a la intolerancia. Cocina democrática. Sólo hace falta limpiarlas, limón, sal, quizás un diente de ajo, pimentón rojo y sacudirlas. Cuando se abren solo falta salir y votar.
Abel Caballero ha vuelto a ganar a un cada vez más desubicado políticamente Luis Barcala anunciando la Navidad en abril. Ni Adrián Ballester, la esperanza de la derecha indígena, ni la izquierda moderada de Xavier López, Natxo Bellido y Paco Sanguino se han pronunciado al respecto. Un servidor ve -pasión de fan total- al líder socialista -que pide un memorial a los alicantinos exterminados en Mauthausen- como ese pedazo de bestia que es Tom Jones que a los 80 saca nuevo disco y declara: “Ya no tengo edad para que me tiren bragas al escenario”. Justo lo contrario lo que le pasa a Jean Castex, primer ministro francés, anegado de ropa interior femenina por el sector de lencería fina parisino y alrededores. Se inaugura la Museu del Bou en Borriana.
Antonio Manresa, concejal de cultura y portavoz de Cs, debería de invertir -1.800 euros- en un entierro digno para el gran crítico musical Oriol Llopis. Su cadáver abandonado espera insepulto en la nevera de La Siempreviva. Dignidad. Suspenden el lanzamiento mundial de la biografía del gran Philip Roth por denuncias de abusos -qué diría Portnoy- contra su autor Blake Bailey. Imprescindible la lectura de ‘Columna de Miedo’ del Eduardo Boix. Y un paseo por la Plaça del Llibre en el Puerto de Alicante. Carmen Lomana señala que Julia Janeiro “quiere llamar la atención”. Los agricultores ganan seis veces más arrendando las tierras para paneles solares. Música de arañas.
Leonor de Borbón, 15, amadrina el submarino ‘Isaac Peral’, 17 años de construcción, con media melena recogida y un abrigo blanco de su madre Letizia Ortiz, 1,67 cm, 57 kilogramos. Juan Roig en su rueda de prensa anual deja claro que es una obligación pagar impuestos. La cuadrilla de la burguesía alicantina, desligada de nosotros allá abajo, carraspea. Lluvia de estrellas de abril. C. Tangana se marca una fiesta gitana con los Carmona en la radio pública USA. Los dueños del ‘caravaggio’ eran otra saga de película Bardem, la familia Pérez de Castro. Se imponen los traje pantalón rojos y los vestidos elegantes y estilosos. Joe Biden empieza a darle la vuelta a la tortilla. El PSPV cambia de imagen. Así como mas neopop. En el patio de luces se escucha Bud Bunny. A veces a Mina.
Hay que escribir de los poderosos como si estuvieras redactando tu esquela. Mi nunca bien considerado ni pagado Herr Direktor Miquel González ni tres ni repique ni cruce pantallas ni gimnasia el día de San Juan en el patio del Asilo San Juan Bautista, sí, me vuelve despedir. Así a lo bestia. La tierra está atravesando una nube de escombros de antiguas supernovas. Sí, últimament plore molt.
No me puedes dejar así, sorben los lectores. Hoy sí. No hay nieve, ni islas. Todo ya ha desaparecido. Definitivamente. Adiós.