ELCHE. La Junta de Gobierno de este viernes llevaba de nuevo la licitación para el concesionario del restaurante del Parque Municipal, un enclave turístico de primer orden que lleva cerrado desde 2018, cuando la empresa del Dátil de Oro acabó cerrando tras el concurso de acreedores presentado en 2016. Como ya avanzó este medio, el equipo de gobierno tiene preparado desde poco antes de la pandemia el pliego de condiciones, con un canon de alrededor de 40.000 euros anuales y un millón de euros de inversión. Ahora que parece que hay cierto interés en el proyecto, se ha vuelto a aprobar la concurrencia del proyecto.
En sintonía con lo expuesto el pasado ejercicio, la concesión es de 25 años y el canon de 43.000 euros anuales, con una gran bonificación, del 95% durante los primeros quince años, y del 70% desde los 16 hasta los 25 años. En definitiva, un canon testimonial, casi inexistente, a cambio de que quien asuma el espacio invierta alrededor de un millón de euros, que es la cantidad que más o menos hace falta para renovar y rehabilitar el espacio. Eso sí, depende en todo caso de si se van a aprovechar los 1.532 metros cuadrados del espacio y qué enfoque se le dará al mismo. En definitiva, se trata de que el posible adjudicatario asuma las obras de reparación, rehabilitación y resto de instalaciones, como equipar las cocinas o el aire acondicionado, que puede llegar a los 300.000 euros.
Son dos plantas, un sótano con vestuarios para el personal y almacén, y la planta baja con las cocinas, terraza y salones. No es necesario utilizar toda la edificabilidad; se podría emplear menos, pero en ningún caso se podrá aumentar. Como ya se indicó a raíz de la propuesta para el Palacio de Congresos en este emplazamiento, el actual inmueble ya tiene superada la edificabilidad que permite el Plan General vigente —posterior a las instalaciones—. Así, la única diferencia respecto a la redacción del pliego, finalizado antes de la pandemia, es que según indican desde el seno del bipartito, parece que hay dos restauradores interesados en hacerse con la gestión, uno de ellos de Elche. Lo cual no significa que acabe por prosperar, máxime teniendo en cuenta que ya se especuló con posibles interesados en la fallida primera licitación.
En cualquier caso, dado que se ha detectado ahora cierto interés, el equipo de gobierno se aventura a aprobar el pliego, que aunque se publique en la web, el plazo para presentar ofertas, y que será de un mes, empezará en septiembre, para no perder el habitual tiempo inhábil de agosto. En este caso, se trata obviamente de un precio fuera de mercado, aunque desde el Ayuntamiento apuntan que muchos otros cánones de concesiones son de este tipo, casi testimoniales, y que apenas tienen un peso relevante en las arcas municipales por su moderado precio.
Estas condiciones significan que en ningún caso se pagarán los 43.000 euros del canon anualmente, ya que siempre gozará de una gran bonificación. En la práctica se pagarán 2.150 euros o 12.900 en la segunda bonificación. Eso sí, lo que exige el Ejecutivo es que la cocina esté orientada al ámbito mediterráneo, así como a productos y cocina local, ya que esta ubicación tendrá un peso importante a nivel turístico. De hecho, se exige el conocimiento de varios idiomas para los trabajadores que estén de cara al público. Ahora, como ya pasó en el anterior pliego, queda lo más importante, encontrar alguien dispuesto a invertir un millón de euros en un espacio cada vez más degradado. Si bien no sirvió de nada la misiva enviada por el alcalde a la restauración y hostelería local, hasta ahora se había mantenido en barbecho el pliego de condiciones. En septiembre se comprobará si ese supuesto interés se materializa y si la propuesta económica es atractiva.