ALTEA. El Ayuntamiento de Altea también ha aprobado la revisión de la Ordenanza fiscal reguladora de la tasa que devenga el servicio de recogida, transferencia y tratamiento de residuos sólidos urbanos. Y lo hace con el mismo motivo que han esgrimido el resto de municipios de la provincia de Alicante que han ido modificando las cuantías y dividiéndose en zonas. Los vecinos experimentarán subidas o bajadas en función del barrio, que estará entre los 115,41 euros y los 145 euros. Como novedad, el Consistorio crea una tasa específica para las viviendas turísticas.
Así lo explicaba el concejal de Hacienda, el socialista José Maria Borja, durante el pleno este jueves. Una sesión que comenzó con polémica debido a que el grupo municipal del PP y el edil de Vox anunciaron su ausencia a principio de la convocatoria. Según explicaron, en solidaridad con el pueblo de la provincia de Valencia que había sido afectado por la DANA, habían pedido que se aplazara y estaban en desacuerdo con que se celebrara este jueves. Una actitud que reprochó el gobierno de Compromís y PSOE sabiendo que otros municipios liderados por el PP, como Benidorm y La Nucía, no habían trasladado a otro día sus plenos que se estaban celebrando al mismo tiempo que el de Altea.
Con todo, la propuesta de la tasa de basura salió adelante con los grupos presentes en la sala. Así, el edil regidor explicó que se trata de una normativa europea bajo el principio de "quien contamina paga" y a la que se tienen que adaptar antes de abril de 2025. Para ello, Suma, que es la que gestiona esta tasa en el municipio, propuso una diferenciación en cuatro zonas que se ha ido estudiando con los técnicos municipales en los últimos meses. El criterio para hacer esta separación correspondía al número de empadronados y el valor del metro cuadrado del suelo. Entendiendo que donde más densidad y más caro, más residuos se generan y con mayor capacidad económica.
En sus argumentaciones, Borja relató que en un principio la propuesta de Suma era de una división en cuatro bloques: 'Núcleo Urbano', 'Diseminado', 'Urbanizaciones' y 'Litoral' (desde Mascarat hasta el río). Sin embargo, modificaron esta distribución aunando los dos primeros "atendiendo a los valores" entre ambos, que "eran muy parecidos" y para dar "cumplimiento al compromiso" de hace un año cuando subieron un 28% la tasa.
De este modo, la ordenanza queda de la siguiente manera. 'Núcleo urbano' pagará 115,41 euros; 'Urbanizaciones' será el más alto con 145,05 euros; y el 'Litoral' llega a los 140,16 euros. En su balance, el socialista informó que aunque el núcleo urbano incrementa su tasa en 18,01 euros anuales, el diseminado la reduce puesto que partía de 195,44 euros. Es el caso también de las urbanizaciones y el litoral, que han abonado este año los casi 200 euros. Según sus cálculos, experimentarán la rebaja alrededor de 9.000 viviendas, mientras que la portavoz de Compromís, Aurora Serrat, cifró en 6.000 los contribuyentes que verán incrementado su recibo en 2025.
Para Borja, la bajada ha sido posible al haber "abaratado" el servicio de recogida y por la creación de una categoría específica que incluye como actividad comercial a las viviendas de uso turístico. Así, pasarán de pagar como un residencial, a hacerlo como negocio. Según el censo expuesto en su intervención, hay 2.269 pisos que ahora abonarán 364,12 euros. Una decisión que, dijo, obedece al criterio de la Junta de Gobierno, pero también al proceso participativo que está abierto en Altea sobre la ordenación de esta actividad económica. Con todo, el concejal aseguró que la villa blanca tiene la tasa de basura "más baja de la comarca" y "seguramente, de la provincia".
También sube la tasa en las actividades comerciales. Aunque Borja no lo concretó durante sus declaraciones, mencionó un incremento "ligero" del 20% a nivel general. Eso sí, destacó las bajadas en oficinas, inmobiliarias o bancos. Esto último al considerar que estas empresas ya no vierten papel en los contenedores municipales puesto que están obligados por la protección de datos a tener servicios externos especializados que se deshagan de estos documentos.
Por su parte, Serrat puso énfasis en la concienciación ciudadana a la hora de reciclar todo tipo de enseres. Un asunto en el que redundó Borja, al señalar que el Ayuntamiento hace frente a sanciones -alrededor de 200.000 euros- porque se les penaliza con 60 euros por cada tonelada de restos que podrían haber sido reciclados pero han sido arrojados al contenedor de orgánico.