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proyecto técnico

La ZBE de Alicante aspira a evitar la emisión de 164.000 toneladas de C02 sin nuevas restricciones

  •  Una de las cámaras de la red de estaciones de control asociadas a la ZBE de Alicante, situada en Alfonso el Sabio. 

ALICANTE. La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Alicante debe evitar la emisión de más de 164.000 toneladas (164.462) de dióxido de carbono al año, gracias a medidas ya ejecutadas, como el calmado del tráfico promovido con la reurbanización de algunos de los ejes principales del perímetro del Centro, o mediante el fomento del transporte público y de la movilidad peatonal, sin que se contemplen nuevas restricciones a la circulación, más allá de las que están en vigor en el Casco Antiguo desde el año 2010.

Esa es, cuando menos, la estimación apuntada en el proyecto técnico elaborado por la consultora TEVA, ahora en exposición al público para la presentación de alegaciones, que debe aprobarse en paralelo a la ordenanza reguladora de su funcionamiento antes de enero de 2025 (de hecho, la ordenanza se somete a aprobación inicial en el pleno de este martes). Dicho informe técnico, en el que se recopila las características del sistema, insiste en la delimitación de los tres anillos de control y monitorización del tráfico ya conocidos: el primero, sobre el eje de la Gran Vía; el segundo, que abarca el Centro Tradicional, y el tercero, constreñido al Casco Antiguo

En esta línea, el proyecto abunda en que solo se aplicarán restricciones de acceso en el perímetro de este último, en el que se seguirá contemplando la entrada de vehículos de residentes, de trabajadores y de los servicios de reparto de mercancías, tras su pertinente registro previo. Con todo, sí deja la puerta abierta a que se apliquen restricciones adicionales para vehículos contaminantes en el supuesto de que se registren episodios con niveles de contaminación que lo hagan necesario

En principio, el mismo proyecto apunta que no debería ser una situación habitual por las condiciones orográficas de la ciudad y su proximidad al mar, que procuraría una suerte de drenaje de la polución. "En la ciudad de Alicante la brisa marina constituye el fenómeno meteorológico que más determina el tiempo y el clima en la ciudad, limpiado el aire de la ciudad y refrescando eficazmente el ambiente", apunta el informe. 

"La brisa marina se forma cuando la masa de aire que está sobre suelo firme se calienta y asciende, con lo que deja vía libre al aire más denso, fresco y pesado que está sobre el mar. La brisa comienza a soplar hacia las 9 de la mañana, hasta mediodía, sin embargo, en verano, esta brisa puede mantenerse hasta pasada las 11 de la noche. Sin embargo, la ciudad puede contar con períodos puntuales de contaminación del aire en función de los vientos", añade. 

Y, al respecto, apunta que "esta contaminación tiene su origen principalmente en el tráfico de vehículos, por lo que en estos períodos (que dependerán de las condiciones climáticas) resultará conveniente controlar y limitar la circulación de vehículos contaminantes", gracias a la red de cámaras y de sensores implantados en los puntos de control que se distribuyen a lo largo de los dos anillos exteriores. En concreto, 51 sobre el eje de la Gran Vía y 24 en el perímetro que delimita el segundo anillo que envuelve el Centro Tradicional. 

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