ALICANTE. La gastronomía forma parte de la cultura de cualquier sociedad. La mediterránea ha sido más que reconocida a lo largo de los años por su variedad, ingredientes frescos y naturales y la salubridad que aporta esta cocina. Como el mar Mediterráneo baña Alicante, esta experiencia para el paladar se vuelve extensiva. Y como ejemplo, un botón; o, en este caso, un título: Alicante acaba de ser elegida capital de la gastronomía de España durante el año 2025.
En la ciudad vigilada por el Castillo de Santa Bárbara existen varias zonas para comer de tapas. Quizás la calle más conocida donde encontrar estos platos es San Francisco, popularmente conocida como la calle de las Setas. Así lo confirma la cantidad de turistas que visitan la ciudad y escogen esta vía peatonal del centro por su oferta gastronómica y también por su atractivo fotográfico, al estar adornada por las míticas figuras con aspecto de hongo.
Los 340 metros de esta calle conectan otra zona óptima para tapear: el Portal de Elche. La plaza anexa recuperó en febrero su quiosco, reactivando el funcionamiento para completar las posibilidades hosteleras del entorno. Y, hablando de plazas, otra que también presenta una pincelada de tapeo es la Gabriel Miró que, además, divisa al mar y lleva directamente hacia otro punto gastronómico de Alicante.
Se trata del Paseo de la Explanada. Aunque es más bien recurrente para quienes buscan comer un arroz con vistas, también se pueden encontrar tapas típicas españolas. Y si tu preferencia visual no es la playa, pero sí la arquitectura histórica, el lugar que buscas es el casco histórico, con calles como Labradores o San Pascual, que rodean la concatedral de San Nicolás de Bari. En esta área también se pueden encontrar algunos rooftops para completar con un cóctel y mirar a los ojos a la construcción religiosa y al castillo más de cerca.
El mercado central también ofrece una inmersión gastronómica. Dentro del edificio histórico se pueden encontrar distintos locales, además de los puestos de compra de comida. Pero no solo en el interior se tapea; también en las calles aledañas, empezando por la plaza que reposa a sus espaldas: la plaza 25 de Mayo, que recibe el nombre como homenaje a las más de 300 víctimas mortales del bombardeo al mercado central durante la guerra civil española, el 25 de mayo de 1938.
Sin moverte del centro, la zona por excelencia para tomar una copa es la calle Castaños y la cruz que forma con la calle San Ildefonso. Aunque está orientada a la restauración de ocio, por los alrededores también se pueden encontrar bares y restaurantes donde comer o cenar tapas y pinchos.
Si prefieres huir de la aglomeración que se pueda formar en la zona centro de Alicante, varios barrios de la ciudad ofrecen la gastronomía que se busca. Estos son, por ejemplo, Florida Portazgo y la plaza de la Viña, que se encuentran al sur; el Bulevar del Pla y Garbinet, con la avenida principal Periodista Rodolfo de Salazar, o el barrio de la Albufereta, donde se pueden degustar locales que miran al mar o que, por lo menos, se le acercan.
Y si se trata de zonas cercanas al Mediterráneo, San Juan Playa combina oferta gastronómica de tapas y otras cocinas con locales de ocio. Los tres puntos clave en esta área son la avenida de la Costa Blanca, la paralela avenida de Niza y la avenida Historiador Vicente Ramos. Esta última, una vía similar a la avenida Maestro José Garberí Serrano, en el PAU 5. Un entorno que ha ganado notable popularidad en los últimos años con el desarrollo urbanístico de dicho barrio y en el que se pueden encontrar bares de tapas y más gastronomía a la carta.