VALÈNCIA. Puede llamar la atención que empresas extranjeras elijan España para desarrollar su tecnología, pero ni es un despropósito ni es tan infrecuente. Ultralytics YOLO es una empresa fundada por Glenn Jocher con sede en Estados Unidos, pero cuyo equipo de desarrollo de tecnología de visión artificial se centraliza desde Madrid. YOLO es un algoritmo capaz de hacer todo lo que hace el ojo humano, solo que de forma mucho más rápida y eficaz porque su misión es la detección de objetos a tiempo real. Pero no solo detecta y segmenta imágenes, sino que también las entiende.
En cuanto a los casos de uso que se registran van en función del interés y las necesidades de cada usuario así como del tipo de aplicación al que se quiera trasladar esta tecnología. Un comercio o una gran superficie que incorporase YOLO podría saber al momento el número exacto de personas que entran en su tienda, la hora, el género, la edad, el tipo de artículos que adquieren…y, en función de todo ello, tomar una decisión informada. Una compañía aérea que quisiese optimizar el consumo de combustible y mantener el equilibrio en sus aviones conociendo de antemano el peso de cada pasajero y su equipaje, también podría hacerlo con YOLO en cuestión de milisegundos.
Otro caso de uso de YOLO interesante lo han encontrado en la Universidad de Santa Bárbara (California) donde aplican este modelo de visión artificial para identificar a tiburones en las playas estadounidenses. Controles de calidad; diagnósticos médicos precoces; identificación de riesgos en la conducción automatizada… son otros ámbitos en los que la tecnología de Ultralytics se ha revelado de gran utilidad, de aquí que más de 100.000 organizaciones globales como Shell, Ikea o Intel, la estén utilizando ya.
Hablamos de una tecnología open source en la que intervienen más de un centenar de desarrolladores de todo el mundo y cuya undécima versión se presentó el pasado mes de octubre en Madrid en presencia de grandes expertos internacionales en IA y compañías como NVIDIA, Sony Semiconductor Solutions o Qualcomm.
Skydwaller Aero es una empresa hispano-estadounidense con sede en Oklahoma City y con instalaciones de investigación y desarrollo en España y Mississippi. El propósito de la compañía es construir aviones no tripulados de vuelo perpetuo alimentados con energía solar.
Tras realizar satisfactoriamente el primer vuelo autónomo de larga duración -22,5 horas- se hallan inmersos en la construcción de un segundo modelo de avión con mejoras en la estructura, sistemas, células solares y baterías. El objetivo es conseguir que estos aviones vuelen hasta 90 días de forma continuada en altitudes de hasta 45.000 pies. Los Skydwellers actuales están fabricados en fibra de carbono y pesan 2.550 kilos. En cuanto a los casos de uso los hay de todo tipo, aunque en la página web de la compañía se habla de misiones de alta duración para detectar a contrabandistas de droga, piratas en el mar; cobertura aérea continua en zonas en guerra o el seguimiento de la migración de la fauna y la caza furtiva en África.
La empresa eligió en un inicio Albacete como base de sus operaciones. Posteriormente se habló del aeropuerto de Ciudad Real y, finalmente, se apostó por Valdepeñas para instalar la planta dedicada a la construcción de estas aeronaves. La sede de la ingeniería la tienen en Alcobendas (Madrid). No obstante, de momento el primer modelo de avión se ensamblará en el centro espacial de la NASA, en Stennis, en el condado de Hancock.
El pasado mes de abril el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó las instalaciones de Skydwellers en Albacete donde asistió, junto con la ministra de Ciencia e Innovación, a la demostración del prototipo del avión ratificando aquí el compromiso del Gobierno de promover tecnologías de cero emisiones. También aprovechó Sánchez la visita para subrayar la creciente inversión extranjera directa en nuestro país que, en 2022, posicionó a España con “el segundo mejor registro en términos históricos, con más de 34.000 millones de euros”.
El proyecto de Skydwellers parece también estratégico para todo el territorio comunitario dentro del sector de la defensa o las telecomunicaciones. Así lo ponen de manifiesto los 30 millones de deuda levantados por la compañía dentro del programa de venture debt del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar los desarrollos tecnológicos y las operaciones de este proyecto cuya inversión total se estima en 114 millones.
Otra tecnología de renombre internacional, esta nacida en Murcia, es la de Blendhub, desarrollada y patentada por el emprendedor de origen danés Henrik Stamm Kristensen, fundador de otras empresas como Chemometric Brain, allfoodexperts, Portable Powder Blending (PPB) y Premium Ingredients.
Blendhub fue destacada en 2022 por el Foro Económico Mundial en Davos como una de las organizaciones mundiales -la primera española- de mayor impacto social sostenible. Asimismo, participó a comienzos de año en el CES de Las Vegas, el evento tecnológico más importante del mundo, de la mano de Siemens. Aquí pudo demostrar cómo su tecnología puede transformar el sistema alimentario mundial desarrollando soluciones sostenibles innovadoras para casi mil millones de personas que viven en entornos frágiles.
Con el propósito de hacer que los alimentos y la nutrición sean saludables y asequibles para todas las personas en todos los lugares del mundo, Blendhub ha creado un modelo Food-as-a-Service basado en la creación una red global de plantas de producción portátiles de bebidas y alimentos conectadas a la nube y que pueden transportarse y desplegarse en cualquier lugar en cuestión de semanas. Mediante esta estrategia, la firma brinda apoyo a emprendedores y profesionales acelerando los procesos de innovación y lanzamiento de nuevos productos a través de su equipo de investigación y la red multilocalizada de plantas de producción. Además de en Europa, Blendhub opera ya los mercados latinoamericanos y los de Asia-Pacífico.