Antonio Banderas protagonizará junto a Harrison Ford Indiana Jones 05. Sonia Castedo, alcaldesa perpetua de Alicante, sus palmeras, la Ciudad de la Luz y sus negocios, protagonizará, junto a Carlos Mazón, Zaplana 02,75. Aquí nos basta y sobra con los pasadizos medievales, la palometa, el Cantueso Oro y no necesitamos mas saqueos ni a Steve Spielberg y menos torrenciales inundaciones y destrucción total como las de Bélgica y Alemania. Sin tiempo por pasar -tres trucos para acabar con el pelo graso- por la peluquería, Sonia Castedo, con sus neuronas egocéntricas, vuelve a cruzar velozmente Alicante en la madrugada con su caballo blanco, tira de las riendas y ataca mordiendo sin compasión al alcalde Luis Barcala donde mas le duele. ¡Ay¡. Sí: el pasado. Lady Godiva hace una cabriola Terry, pica espuelas y desaparece galopando hacia el horizonte de las islas hasta la cala en donde se posa ante el yate. Ese yate. Ahora falta saber si la señora entrará en Vox, volverá al PP o irá por libre. Con un escaño en el ayuntamiento puede volver a gobernar la ciudad. Y el mas allá. La verdad, se le echaba de menos. Qué voz.
Alguien cobra una comisión y coloca el maletín en el capó del Mercedes. En la cantera le atracan y roban el botín. Nadie sabe ni publica nada. Vamos a jugarnos la vida. Hagamos testamento.
Enrique Ortiz, la polla insaciable, amo y señor de la nostra terreta, en plena -atentos hoy a sus pantallas- exaltación y beatificación mediática, entra en su chalé. Se encienden las bengalas y alguien le pega fuego a una traca. El "a por ellos oé" -que somos nosotros, los contribuyentes- suena en el vídeo de YouTube al "que se jodan" de Andrea Fabra en sede parlamentaria. La única señal que ha quedado de este testimonio está en Radio Alicante. Y en els budells de todos los que vimos la escena.
Diana Morant, flamante nueva ministra de Gandia y Ciencia, vuelve del futuro Ariel vestida de blanco nuclear y se encuentra con el pasado: Stevie Wonder tocando la batería. La Santísima Jet de la Justicia y sus "elucubraciones" academicistas no se llevan bien con los españoles. Los magistrados franquistas y aspirantes, los conejos con tomate y las vedettes terraplanistas se rebelan contra la Constitución. Y el sentido común. Se puede pensar sin cerebro. Existe un radar que filma detrás de las paredes. Carlos Boyero anuncia que se retira de Cannes. Se imponen los bañadores turbo, vamos, lo que se dice marcar paquete. I el esmorçaret i les samarretes en valencià como autoafirmación indígena. Vuelve el Festival de Eurovisión a Benidorm. Sí, aquí suena Julio Iglesias. Socorro. Menos mal que se asoma por arriba de la pantalla Gerard Fullana amb la seua aixà i saluda. Adrián Ballester pone en el pick-up a Adriano Celentano. A Carole King. Y a Sophie and the Giants.
Vicente Boluda y Ximo Puig se llevan. Y respetan. Durán i Lleida vino al congreso de AVE para decir que en el País Valencià hay estabilidad. El empresario anuncia batalla por una fiscalidad justa y el president reclama el traslado de Puertos del Estado a València. Puig convoca al PSPV para tranquilizar a la jerarquía celestial y al personal tras la salida de José Luis Ábalos del Gobierno y de la dirigencia del PSOE. Mónica Oltra espera también volver del pasado vestida de Íñigo Errejón. Aunque aquí tenemos al mejor, Xavier López, cada vez es más complicado seguir el itinerario intelectual de Ione Belarra en concreto y Podemos en general. Y más nítida la intención de Aznar que lleva la paleo política exterior e interior de alianzas de la derecha española. Hasta que Isabel Díaz Ayuso -qué subida de escalera de escalera de Metro me hizo… qué poderío, boato y coentor- se le vaya del todo de las manos.
Los próximos ejercicios espirituales del Consell en Albocàsser y Benassal servirán para desatascar, entre otras cosas, la Ley de Transparencia. Y consagrar la piel finísima de Gabriela Bravo que estás en los cielos. En pleno incendio del Oeste Americano Pedro Sánchez se va a California. Joe Biden resiste ante Silicon Valley y Texas. Sarcófagos visigodos. Ana García Obregón no ha inaugurado el verano 2021. Ana Torroja, tras el fallecimiento de su padre, inminente Marquesa de la Cuenta Atrás. Florentino Pérez se explica de categoría. El Papa Francisco operado, cercando a los tradicionalistas. Barcala operado, apoyado por los ultraístas. Mario Ortolá, de Vox Alicante, contento con la Convención de Alberto Núñez Feijoo. Que revive a -entre Rita Barberá y el Pare Camps- un resignadísimo Mariano Rajoy. Inés Arrimadas intenta resucitar. El PP y Cs no se llevan bien en El Campello. En Sant Joan el PSPV y Cs mejor. Mónica Oltra, lucidísima y sonriente, presenta la regulación de la Ley del Juego. Justo cuando falta una semana para la Olimpiada Tokio 2020. No, de ninguna forma. No existen dictaduras buenas y dictaduras malas.
La esfera de la cultura se le levanta en armas a Abel Guarinos, director del Ivace y directamente contra el conseller Vicent Marzà. Lo más lúcido sobre la polémica se la he leído a Toni Pastor y al intelectual y -cosas de fan- líder de los socialistas alicantinos, Paco Sanguino. La princesa Leonor cumple sin llorar en la cola ni con el pinchazo ante su inminente partida al Atlantic College de Gales. Ahora toca la repesca de los mortales y a los de 20 a 29 del País València. Letizia también se vacuna. Repite vestido sobrio Bottega Veneta del 2018 de cuerpo ajustado con escote en uve y un drapeado frontal con manga francesa. Con un moño italiano con raya en el medio. Macron visita Lourdes.
Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González también. No sabe qué hacer con un servidor. Si hacer el Camino de Santiago en avioneta, poner más velas a la Puríssima Xiqueta, o directamente a Greta Thunberg.
Hoy es 18 de julio. 85 años después, un niño de entonces, mi padre, Eugenio De Manuel Giménez me pregunta si todo irá bien. Estamos acostados en el lecho del río. Hemos perdido todo. Menos la dignidad.
Y el sentido del humor.
Juan Carlos De Manuel Rozalén