ALICANTE (EP). Sólo tres de cada diez españoles, en concreto el 29,6% del total de la población española, trabajaron durante el segundo trimestre del año, mientras que el 70,4% restante dependía directa e indirectamente de las rentas generadas por los que estaban trabajando, según un estudio realizado por Asempleo a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del periodo abril-junio.
Para la patronal de las empresas de trabajo temporal, los datos muestran "los estragos de la pandemia en un mercado laboral en el que apenas 13,9 millones de personas trabajaron de manera efectiva". "Las restricciones a la actividad comercial y el hundimiento del turismo han propiciado la destrucción de millones de puestos de trabajo, si bien la figura de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha permitido a muchos trabajadores permanecer vinculados a su empleador de manera contractual, a pesar de estar recibiendo una prestación pública", ha explicado.
Según Asempleo, el descenso de los trabajadores efectivos en España se explica por los ocupados ausentes de sus puestos de trabajo y que no han trabajado en la semana de referencia, por el número de ocupados ausentes de su puesto de trabajo habitual por una incapacidad temporal (enfermedad), y por el incremento de inactivos.
Respecto a estos últimos, la patronal señala que el número de trabajadores inactivos ha alcanzado un máximo histórico, ya que en estos momentos hay en España 17,6 millones de personas en edad de trabajar que no están ocupadas ni buscan activamente un empleo.
Por un lado, se encuentran las personas que no han trabajado nunca (4,3 millones) y, por otro, los inactivos que han trabajado en algún momento del año, que son los que más han crecido a causa de la pandemia. En concreto, este colectivo se ha incrementado un 11,5% respecto a 2019, llegando a la cifra récord de 10,8 millones de personas.
Asempleo dice que las dificultades para buscar y encontrar un empleo han provocado que, durante el peor trimestre para el mercado laboral español desde que se tienen datos, el desempleo apenas haya aumentado un 4,3%. "Si no han estado buscando empleo de manera activa, no han podido ser calificados como desempleados, y han ido a parar a la inactividad", apunta.
Por otro lado, el estudio constata que las horas trabajadas se contraen con fuerza, en especial en aquellas regiones más dependientes del turismo. Así, existe a su vez una correlación entre la caída en las horas trabajadas y el número de ocupados efectivos por comunidades autónomas. De hecho, Canarias y Baleares son las comunidades que figuran entre las regiones con menos ocupados trabajando respecto a su población, con un 24% y un 30% de mayores de 16 años trabajando de manera efectiva, respectivamente, durante el segundo trimestre del año. Por detrás, le sigue Andalucía (31%).
El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, ha señalado que la caída de la ocupación no se ha traducido en un aumento similar del desempleo por las "pocas expectativas laborales de los desempleados, que han pasado a clasificarse como inactivos a causa de la imposibilidad de buscar trabajo de manera efectiva". No obstante, ha apuntado que la publicación de los registros laborales de julio deja "buenas sensaciones", aunque "la recuperación a niveles previos a la pandemia aún está lejos".
Según ha recordado, aunque sólo se ha recuperado el 29,3% de todo el empleo perdido, "se atisba un destello de recuperación económica". De hecho, los sectores que más empleo destruyeron en la primera fase de la crisis son los que más han creado.
"Hostelería y Comercio han destacado este mes de julio por su buen desempeño. Y es que, aunque el turismo internacional haya caído estrepitosamente, el nacional ha apoyado a los sectores más abanderados de la economía española", ha resaltado.
De cara al futuro del empleo, Cruañas cree que tanto la evolución de los trabajadores que aún permanecen en ERTE, como el desempeño del sector turístico de agosto y septiembre, "jugarán un papel fundamental en este campo plagado de incertidumbre".